Campaña de la izquierda gala contra la prohibición del velo

Personalidades de la ‘progresía chic’ se suman a una iniciativa de jóvenes musulmanas

Una mujer velada camina por Trocadero, frente a la Torre Eiffel Reuters

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La futura ley francesa destinada a «reforzar el respeto de los principios de la República», y combatir la gangrena separatista islámica , es víctima de una penúltima campaña cosmopolita que pretende defender la libertad de las musulmanas y el uso del hiyab, pañuelo usado para cubrirse la cabeza. Emmanuel Macron anunció las grandes líneas de la futura ley entre finales del 2019 y principios del 2020. La ola de atentados terroristas islámicos del otoño pasado aceleró la reflexión, que terminó transformándose en proyecto de ley hace seis meses cortos.

La Asamblea Nacional (AN) aprobó el martes 16 de febrero pasado, por 347 votos a favor y 151 en contra , el proyecto. Dos meses más tarde, el Senado aprobó el 12 de abril, por 208 votos a favor y 109 en contra, el mismo plan legislativo, endureciéndolo considerablemente. La futura ley destinada a «reforzar el respeto de los principios de la República» tiene por ambición primera combatir el ‘separatismo’ islámico, con muchos flecos amenazantes.

La futura ley incluye un abanico amplio de recursos judiciales como los siguientes:

-Funcionarios, maestros, profesores, policías, estarán más protegidos y cubiertos por una legislación destinada a preservar sus libertades, de enseñanza y prestación de servicios públicos.

-La jerarquía administrativa, en las escuelas y servicios públicos, podrá tomar medidas cautelares contra quienes pudieran amenazar o presionar.

-Las asociaciones ‘culturales’ (religiosas) estarán sometidas a controles contables y fiscales a repetición, con el fin de salir al paso de oscuras financiaciones de lugares de culto o actividades.

-El ‘respeto de la dignidad humana’ será esencial, castigando severamente las actividades familiares o religiosas de muy diversa naturaleza como la demanda de ‘certificados de virginidad’.

-Persecución expeditiva del odio y las denuncias raciales o religiosas a través de las redes sociales. Es un punto capital.

-Prohibición, persecución y castigo de la instrucción en escuelas privadas que no respetan los códigos de la Educación nacional.

-Controles muy estrictos para intentar vigilar y controlar la financiación extranjera de ‘actividades religiosas y culturales’. El objetivo es intentar cortar el cordón umbilical que une a muchas mezquitas y lugares de culto en Francia pagados con dinero llegado del extranjero.

Esa es la matriz y la columna vertebral del proyecto de ley en curso de aprobación. La mayoría conservadora del Senado aprobó un posible endurecimiento del proyecto original, sugiriendo posible enmiendas para prohibir el uso del ‘burkini’ en las piscinas públicas, regular el uso de algunos velos islámicos a la salida de las escuelas y las competiciones deportivas, regular las oraciones públicas ‘en lugares no apropiados’, suspender las ayudas familiares a las familias que recurran al absentismo escolar en beneficio de las escuelas islámicas…

La réplica

El posible endurecimiento reclamado por el Senado debe ser discutido por una comisión mixta de diputados y senadores, antes de ser o no aprobado. Paradójicamente, tras un largo año de debates nacionales, salpicados con varios asesinatos terroristas islámicos, tres jóvenes francesas, musulmanas, residiendo en la región de Estrasburgo, lanzaron hace semanas una campaña contra el proyecto de ley destinado a «reforzar el respeto de los principios de la República» calificándolo de « proyecto liberticida ».

La primera versión de la campaña, en Twitter, en francés, #PasToucheAMonHijab (’No tocar mi hiyab’) tuvo un éxito muy modesto. Las asociaciones musulmanas están muy divididas entre ellas y contemplan con reserva el activismo de unas jóvenes que consideran imprevisibles, libres de la tutela masculina.

Apoyadas por una cierta élite izquierdista, muy presente en las redes sociales, las jóvenes musulmanas de Estrasburgo lanzaron la versión en inglés de su campaña, #HandsOffMyHijab (’ Manos fuera de mi hiyab ’). Con un éxito fulgurante.

En pocos días, durante la segunda quincena del pasado mes de abril, personalidades de cierta influencia cosmopolita decidieron hacer campaña contra el proyecto ‘liberticida’ del gobierno que preside Emmanuel Macron. Ilhan Omar , la diputada norteamericana, decidió participar en la campaña, sumándose al mencionado #HandsOffMyHijab.

Ibtihaj Muhammad, esgrimista norte’americana; Rawdah Mohamed, modelo somalí-noruega; Noor Tagouri, activista y periodista libionorteamericana, entre otras personalidades, se sumaron a la campaña contra el proyecto de ley… creyendo luchar en defensa de una de las numerosas formas del velo islámico, cuando, en verdad, solo participan en la difusión de mucho humo tóxico, cubriendo con sus nubes de propaganda una realidad legislativa que seguirá adelante y está llamada a repensar, perseguir y castigar el activismo islamista que Emmanuel Macron, su gobierno y su mayoría parlamentaria consideran peligroso para la seguridad nacional.

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