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David Cameron - REUTERS

Cameron confiesa que tuvo dinero en el fondo de su padre en las Bahamas

Vendió las acciones por 37.500 euros cinco meses antes de ser primer ministro

Corresponsal en Londres Actualizado: Guardar
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Tras cinco días de presión y cuatro comunicados de Downing Street con evasivos desmentidos, David Cameron ha confesado por fin que poseyó junto a su mujer Samantha 5.000 acciones del fondo Blairmore, constituido por su padre Ian en Panamá y con sede en Bahamas. Asegura que vendió sus títulos en enero de 2010, cinco meses antes de ser nombrado primer ministro, y que ingresó el equivalente a 37.500 euros, con unas ganancias limpias de 24.000, por las que asegura «pagué impuestos de la manera habitual».

El primer ministro eligió para sincerarse una entrevista de cámara en la cadena privada ITV, la más antigua del Reino Unido. También desveló que recibió de su padre, un importante agente de bolsa fallecido en 2012 a los 77 años, una herencia de 300.000 libras (370.000 euros).

Reconoció que no está en condiciones de asegurar que ese dinero no venga de fondos en paraísos fiscales, «porque mi padre ya no está aquí para preguntárselo».

La oposición se crece

Que las salpicaduras del pirateo de los documentos del bufete Mossack Fonsceca hayan alcanzado a Cameron es una bendición para la alicaída oposición laborista. Algunos de sus diputados se apresuraron a exigir la «dimisión» del primer ministro tras escuchar su confesión. El Gobierno en la sombra de Corbyn habla también de «grave crisis moral de los conservadores».

La polémica llega en muy mal momento para Cameron, pues el éxito de la campaña proeuropea en el referéndum del 23 de junio descansa en buena medida en el prestigio personal del primer ministro. Él es el principal paladín de la Unión Europea, frente a figuras de su Gobierno y de su partido que abogan virulentamente por el Brexit, como Boris Johnson y el maquiavélico ministro de Justicia, Michael Gove.

En los últimos cinco días Cameron había rehuido la espinosa cuestión del fondo «offshore» de su padre, incluso cuando un estudiante se la lanzó a bocajarro en un mitin sobre la consulta europea. En la entrevista televisiva se defiende con su habitual aplomo dialéctico, que es uno de sus puntos fuertes: «Estoy orgulloso de mi padre y de lo que hizo, de los negocios que creó y de todo lo demás. No permitiré que su nombre sea arrastrado por el lodo».

«Las reglas han cambiado»

También lo excusó pretextando que por entonces las prácticas financieras y fiscales eran otras; «las reglas han cambiado y la cultura también y yo lo celebro». El líder conservador y su mujer mantuvieron las acciones de Blairmore desde 1997 a 2010, año del primer triunfo electoral de Cameron, aunque sin mayoría absoluta y obligado a gobernar con los liberales de Nick Clegg.

Explica que se desprendió de los títulos «porque no quería que nadie pensara que tenía otra agenda o intereses ocultos». En sus comunicados previos a la confesión final, los portavoces del Número 10 habían desmentido que en la actualidad tuviesen capital en fondos en paraísos fiscales él, su mujer o sus hijos, o que en el futuro pudiesen lucrarse de ellos. Pero soslayaron lo ocurrido en el pasado.

Blairmore

El fondo se llamaba Blairmore, tomando el nombre de la finca familiar de los Cameron en Aberdeenshire (Escocia). Ian lo fundó en Panamá, pero tenía su base en Bahamas, donde utilizaba cada año a unos cincuenta ciudadanos locales para que firmasen como hombres de paja documentación de la compañía, a veces haciéndose pasar por tesoreros o secretarios.

Al destaparse la existencia del fondo, la primera reacción del Número 10 fue no ofrecer ningún tipo de explicación, apelando a que era «un asunto privado». Se limitaron a decir que David Cameron tomó medidas nada más llegar al poder para que se arrojase luz sobre los propietarios de los fondos offshore.

Blaimore Holdings Inc. se creó a comienzos de los ochenta y operó en Bahamas hasta 2012, cuando se trasladó a Irlanda ante el creciente control de los paraísos fiscales. Todavía existe y en la actualidad maneja unos 22 millones de libras (27 millones de euros). En la etapa en Bahamas movía diez millones de libras (12,5 millones de euros) y entre sus clientes figuraba el hostelero Isidore Kerman, asesor del magnate de la prensa Robert Maxwell, y Leopold Joseph, un banco privado que trabaja entre otros clientes para The Rolling Stones. El Gobierno ha aclarado a lo largo de esta semana que ni el primer ministro ni su mujer o sus hijos se beneficiaron de la sociedad creada por el padre de Cameron.

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