La CSU busca una rápida coalición de los conservadores para gobernar Baviera

Las elecciones se repetirán si no hay un acuerdo de gobierno en cuatro semanas

El presidente del estado de Baviera, Markus Söder EFE
Hermann Tertsch

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En tiempos de zozobra no hacer mudanza. La Unión Socialcristiana (CSU), en evocación ignaciana fiel al barroco contrarreformismo bávaro , no mueve fichas personales después del terremoto que el domingo se llevó por delante su mayoría absoluta de nada menos que sesenta años consecutivos. De momento. El presidente del estado de Baviera, Markus Söder , y el jefe del partido, el ministro del interior federal, Horst Seehofe r, cuyos enfrentamientos han ayudado a la catástrofe electoral, comparecieron ayer juntos para anunciar que se mantienen ambos en sus puestos de momento. Juntos pero nunca bien avenidos anunciaron ayer los primeros pasos para la formación del gobierno . Con la certeza de que tarde o temprano caerá una ficha y todo indica que Söder logrará hacerse con la jefatura del partido que ocupa Seehofer para acabar con esta bicefalia que tanto daño ha hecho. Ambos anunciaron que se hará un análisis de las circunstancias que han llevado a este desgraciado resultado. Pero que será después de concluirse la creación de la coalición y del nuevo gobierno.

En todo caso, si en algo pueden coincidir los dos líderes es en ver al gran culpable de su desgracia en Berlín , en la cancillería federal, es decir en la persona de Angela Merkel. La política de refugiados impulsada por la canciller es la causa principal del auge del partido que se sitúa a la derecha de CDU/CSU, la Alternativa para Alemania (AfD).

Debido al éxito de Los Verdes, que se han convertido en la segunda fuerza con el 17,5%, cierto que a veinte puntos del CSU, y al buen resultado del partido de los Electores Libres (FW), una vieja escisión del CSU con un 11,5%, muchos no han reparado en el excelente resultado de la derechista AfD. En un estado occidental y con una fuerte competencia en materia de inmigración con la CSU y los propios miembros del FW también muy opuestos a Merkel en este campo, la AfD se ha hecho con casi un 11%. En total, la derecha, muy fraccionada, ha logrado el 72% del voto emitido y la izquierda, siempre débil en Baviera, baja más aun porque la subida de Los Verdes no compensa la caída del SPD.

Los jefes del CSU en Múnich dicen haber asumido el cambio de los tiempos y ya se preparan para llegar rápidamente a una coalición. Y además dejaron claro que su preferido para ello es el FW, el tercer partido después de la CSU y Los Verdes. Los FW son «carne de la carne» de la CSU sin mayores diferencias ideológicas a superar . Para que las negociaciones salgan adelante, habrá exigencias concretas, como los hasta cinco ministerios que pide el líder de FW, Hubert Aiwanger, la suspensión de ciertos proyectos como la nueva pista de aterrizaje para el aeropuerto de Múnich y otros puntos en los que deberán ponerse de acuerdo antes de las cuatro semanas que dicta la muy peculiar ley bávara. De no haber acuerdo de gobierno para entonces, se convocarían elecciones de nuevo.

Hundimiento del SPD

Donde sí hubo de inmediato consecuencias personales fue en el SPD, cuyo hundimiento ha dejado traumatizado a todo el partido en Alemania. Por primera vez, la formación cae por debajo del 10% en unas elecciones, y esto en el marco de un hundimiento general que en los sondeos lo sitúa en el 16%, por debajo en muchos de ellos del partido derechista AfD , pero también de Los Verdes. Así, el SPD, que siempre ha sido el segundón en Baviera, se ha convertido tras estos comicios en el quinto partido, mientras que en toda Alemania puede ocupar ya la cuerta posición. El jefe del grupo parlamentario Markus Rinderspacher ha dimitido. Podrían hacerlo otros en los próximos días.

Pero donde de verdad se esperan efectos dentro del SPD por este resultado es en Berlín. Entre los socialdemócratas se multiplican cada vez más los temores de quienes creen que la gran coalición con Angela Merkel puede llevar al partido al borde de su desaparición. La huida masiva de votos hacia el partido derechista AfD y a Los Verdes, que registran gracias a ello un nuevo resurgimiento, ha generado un estado de ansiedad en la dirección bajo la jefatura cada vez más impotente de Angela Nahles . Pero gran parte de las bases del partido ya habían visto con malos ojos esa coalición desde el principio, cuando su partido se mostró dispuesto después de que Merkel fracasara en sus negociaciones con los liberales del FDP. Hoy podría haber ya una mayoría en el SPD favorable a no acabar una legislatura que todavía puede causarles muchos sufrimientos. En el estado de Hesse, el día 28 de octubre tanto la CDU como el SPD se enfrentan a otra prueba electoral que amenaza con ser una nueva estación del calvario. Los partidos de la gran coalición se hunden electoralmente y sin remedio. Entre los dos perdieron más de 21 puntos este pasado domingo en Baviera.

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