Estrecha vigilancia policial junto al estadio Signal Iduna Park, este miércoles en Dortmund (Alemania)
Estrecha vigilancia policial junto al estadio Signal Iduna Park, este miércoles en Dortmund (Alemania) - EFE

Los aficionados desafían al miedo en el Borussia-Mónaco

El ministro del Interior asistió como espectador al partido entre fuertes medidas de seguridad

Berlín Actualizado: Guardar
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El público desafió este miércoles al miedo en el partido de la Liga de Campeones que enfrentó al Borussia con el Mónaco. Los aficionados no dejaron de cantar, gritar, jalear, beber cervezas y comer salchichas. Pero este no era un partido como cualquier otro. Como consecuencia del ataque contra el autobús del Borussia -que este miércoles llegó al estadio escoltado por varios coches policiales-, hubo un refuerzo excepcional de las medidas de seguridad en el estadio en cuyo palco de autoridades estaban el ministro de Interior, Thomas de Maizière, y la ministra-presidenta de Renania del Norte-Westfalia, Hannelore Kraft.

Se prohibió la entrada con mochilas y el uso de taquillas y guardarropa. El tamaño máximo de los bolsos que podían llevarse al partido era el equivalente al folio.

También se pidió a los aficionados que fueran al estadio con tiempo ya que los controles previos a la entrada fueron mucho más exhaustivos de lo habitual.

Traumatizados

El trauma también lo padecieron los jugadores. El entrenador del Borussia Dortmund, Thomas Tuchel, señaló a este respecto que «los jugadores tal vez habrían necesitado un día más para recuperarse» del ataque sufrido el martes, pero que en todo caso «terminarán superando la conmoción».

El director administrativo del club, Hans-Joachim Watzke, reconoció que el equipo estaba «totalmente conmocionado», pero admitió que no había alternativa a jugar el partido, ya que no se podía pretender que los jugadores del Mónaco permanecieran por mucho más tiempo en Dortmund y el calendario de la Liga de Campeones es muy ajustado. «Es una situación extremadamente difícil, pero los jugadores son profesionales», coincidió también el presidente del club, Reinhard Rauball, según informa Efe.

También en Múnich, la Policía alemana ha reforzado la seguridad antes y durante el duelo entre el Bayern Múnich y el Real Madrid en el Allianz Arena, un estadio con capacidad para 70.000 espectadores ubicado en la zona norte de la ciudad. Se desplegaron más efectivos de lo habitual y se realizaron controles más estrictos en torno a los autobuses de los equipos. Los autobuses fueron revisados por perros rastreadores y se multiplicaron los controles previos.

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