Piden que Valls devuelva los 20.000 euros gastados en ir a la final de la Champions en Berlín

La opinión pública, la oposición política y una gran parte de la prensa francesa estiman que Manuel Valls debiera devolver al Estado los 20.000 euros que costó su viaje familiar a la final de la Liga de Campeones de fútbol entre el Barça y el Juventus, en Berlín.

Más de 27.000 lectores de «Le Point» han respondido a esta pregunta propuesta por el semanario: «¿Debe Manuel Valls devolver el costo de ese viaje con cargo al erario público?». Un 88 % de entre ellos responden «sí».

François Fillon, ex primer ministro, conservador, comenta el comportamiento del primer ministro de este modo: «Valls debe pagar la factura de su viaje. Cuando un primer ministro se desplaza en aviones militares, por razones de seguridad y disponibilidad, es natural el viaje sea pagado por el Gobierno.

Por el contrario, cuando se trata de un viaje privado, como ocurre en este caso, como demuestra la presencia de dos hijos en el avión oficial, es natural que el primer ministro pague de su bolsillo el precio del avión».

Fillon recuerda haberse encontrado él mismo en una situación semejante, con motivo de una «reunión de trabajo», en El Cairo, con Hosni Moubarak, antiguo hombre fuerte egipcio: «Varios miembros de mi familia me acompañaron en un viaje. El ejército del aire me presentó la correspondiente factura que fue pagada con mi dinero personal».

Explicación convincente

Un portavoz oficial de Los Republicanos, Bernard Debré, ha planteado una pregunta oficial y escrita, ante la Asamblea Nacional, pidiendo que Manuel Valls pague la factura de su viaje a Berlín «si el Gobierno no da una explicación convincente de la presencia de familiares en un avión militar».

El diario «Liberation» consagra su portada y varias páginas al escándalo provocado por el viaje de Valls a Berlín. «Le Figaro» abre su primera página con este titular: «La oposición pide a Valls que devuelva al dinero». «¿Debe Valls devolver el dinero de su polémico viaje a Berín?» se pregunta a toda página el semanario socialdemócrata «L'Obs».