El primer ministro Tsipras, a la derecha, y su ministro de Finanzas, ayer en el Parlamento griego
El primer ministro Tsipras, a la derecha, y su ministro de Finanzas, ayer en el Parlamento griego - reuters

Atenas pedirá hoy un «colchón» de dinero y renegociar la deuda

Pesimismo de los socios europeos ante la reunión del Eurogrupo en Bruselas con el Gobierno de Tsipras

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Grecia exhibe el músculo del respaldo popular a su política de rechazo del programa europeo de austeridad, en vísperas de la reunión clave de hoy del Eurogrupo en el que los ministros de Finanzas deben estudiar las propuestas concretas del Gobierno de Tsipras.

Los medios griegos difundieron ayer las últimas encuestas, que afirman que tres de cada cuatro griegos defienden las propuestas de «ruptura» de Tsipras con el programa de reformas y su posición respecto a la deuda en las negociaciones con los socios europeos. El ministro de Finanzas griego viaja hoy a Bruselas con unas claras «líneas rojas» de Grecia —que son básicamente un rechazo de los compromisos de recortes adoptados por los gobiernos anteriores— y una propuesta de un «acuerdo puente» hasta después del verano, para dejar de lado la prórroga del actual «rescate financiero».

Ese «acuerdo puente» significa básicamente que los países europeos seguirían dando dinero a Grecia durante unos meses, hasta que se negocie un acuerdo definitivo sobre la deuda y se ponga en marcha un plan de «reactivación económica del país», que aún se desconoce en sus detalles.

En estas circunstancias, el ministro de Finanzas alemán, Wolfgang Schauble, advirtió ayer al término de la reunión del G-20, que si Grecia no cumple con sus compromisos no habrá más dinero. Así de simple. «No se puede obligar a Grecia a aceptar un nuevo programa (una renovación del programa de rescate). Si no lo quieren, pues nada. Pero entonces no podrán pedir más negociaciones», dijo Schauble en una rueda de Prensa en Estambul.

Ese mismo tono de pesimismo respecto a la reunión hoy del Eurogrupo en Bruselas se desprendía ayer de las declaraciones del presidente de la Comisión Europea, Jean-Claude Juncker, que habló un cuarto de hora por teléfono con Alexis Tsipras para preparar la reunión extraordinaria de hoy del Eurogrupo. «Nuestras expectativas de llegar a un acuerdo final en la reunión de mañana, o en la cumbre europea del jueves, son bajas», dijo ayer la portavoz del Ejecutivo comunitario, al resumir la conversación de Juncker con Tsipras.

Sacar pecho

Pero en casa el Gobierno de Syriza quiere mostrar una postura de seguridad, y sobre todo de respaldo de la mayoría del pueblo. El nuevo primer ministro y su gobierno obtuvieron ayer el voto de confianza del parlamento tras tres días de largas sesiones. Gracias a los escaños de Syriza y los del partido de los Griegos Independientes que apoyan a su gobierno, obtuvo mayoría absoluta. Y con este voto de confianza su ministro de Finanzas Yánis Varufákis presentará hoy ante sus colegas del Eurogrupo su propuesta sobre el futuro del país. Porque ese futuro dentro de la eurozona se cuenta en días si no hay pronto un acuerdo que desbloquee la financiación restante de la Troika y permita pagar los gastos del Estado.

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