Anwar Ibrahim
Anwar Ibrahim - Pablo M. Díez

Ratificada la condena por sodomía al líder de la oposición en Malasia

Anwar Ibrahim achaca la denuncia por violación de un ayudante a una estrategia del Gobierno para que no se presente a las elecciones

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Después de tres meses de deliberaciones, el Tribunal Federal de Malasia, el máximo órgano judicial del país, ha declarado culpable de sodomía al líder opositor Anwar Ibrahim, condenado a cinco años de cárcel por sodomizar a uno de sus ayudantes. Un caso que amenaza la estabilidad política de Malasia porque Anwar siempre ha sostenido que esta acusación era «una estrategia del Gobierno» para impedir que pueda presentarse a las elecciones previstas para 2018.

Así lo denunció el líder opositor en una entrevista concedida a ABC el año pasado, en la que insistió en su inocencia y se declaró víctima de una persecución política por desafiar la hegemonía del partido Barisan, que lleva en el poder desde la independencia en 1957.

«Desde un punto de vista legal, no hay tal caso. Pero me persiguen por todo porque siendo el enemigo público número uno», explicó Anwar, quien acudió este martes acompañado de su esposa e hijos a la sede del Tribunal Federal. Según informa la agencia Reuters, se espera que sus jueces dicten la sentencia a lo largo del día, lo que podría generar protestas entre los partidarios del político, el más popular de Malasia.

Aunque Anwar Ibrahim es el principal líder opositor del país al frente del Partido de la Justicia Popular (Keadilan), se formó en la Organización Nacional para la Unidad Malaya (UNMO), que lidera la coalición Barisan y gobierna Malasia desde 1957. En sus filas dirigió entre los años 80 y 90 distintas carteras, como Cultura, Educación o Finanzas, y fue número dos del Gobierno hasta que cayó en desgracia para el entonces primer ministro Mahathir, que había sido su mentor y acabó acusándolo de homosexual.

Desde entonces, sobre Anwar pesa la peor imputación sobre un musulmán: sodomía, que está prohibida en un país musulmán como Malasia incluso aunque sea consentida. Por unos cargos similares estuvo en prisión entre 1998 y 2004, cuando era viceprimer ministro, pero la sentencia fue anulada y quedó en libertad. Atrapado en un bucle, uno de sus ayudantes denunció en 2008 que lo había violado. Por falta de pruebas, el juez lo exculpó en 2012, pero el Tribunal de Apelación revocó dicha sentencia en marzo del año pasado tras el recurso del Gobierno y lo sentenció a cinco años de cárcel. Ante esta nueva condena, Anwar recurrió al Tribunal Federal, que ha ratificado el fallo cortando sus aspiraciones políticas.

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