Una refugiada acogida en Baga Sola por la ONU tras los últimos ataques de Boko Haram
Una refugiada acogida en Baga Sola por la ONU tras los últimos ataques de Boko Haram - afp

¿Por qué el Ejército nigeriano ignora las advertencias sobre Boko Haram?

Como ya ocurriera con el secuestro de las «niñas de Chibok», resurgen las acusaciones sobre fallos de comando en la matanza de Baga, donde se estima perdieron la vida dos mil personas

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La organización Amnistía Internacional (AI) ha asegurado que el mando militar de Nigeria fue advertido de un inminente ataque de Boko Haram a las localidades Baga y Monguno, noreste del país, pero fue incapaz de impedirlo.

A comienzos de mes, los rebeldes nigerianos emprendieron una oleada de asedios contra la población civil en 16 localidades situadas en el estado de Borno, al noreste del país y en los confines con el lago Chad. Fuentes locales aseguran que, de los 10.000 habitantes con los que contaban estos asentamientos, cerca de dos mil se encuentran desaparecidos, mientras centenares de cadáveres se apilaron durante días en las calles.

Entonces, AI y Human Rights Watch (HRW)  hacían públicas unas imágenes por satélite  que relataban de forma visual la magnitud de la tragedia.

En las fotografías,  donde se ofrece el antes (2 de enero) y el después (7 del mismo mes) de la embestida islamista,  se observa la destrucción, parcial o total, de 3.700 estructuras  en las localidades de Baga y Doron Baga.

Sin embargo, de acuerdo a investigaciones de AI, en noviembre y diciembre pasado, comandantes de la base militar de Baga ya habían informado al mando militar de la amenaza de un ataque de Boko Haram, así como habían pedido refuerzos.

«Se desprende de esta evidencia que el liderazgo militar de Nigeria falló lamentablemente y en repetidas ocasiones en su deber de proteger a los civiles de Baga y Monguno (localidad tomada el pasado domingo), a pesar de las repetidas advertencias sobre un inminente amenaza planteada por Boko Haram», asegura ahora el director para África de AI, Netsanet Belay.

Ya el pasado año, la propia organización había confirmado que el Gobierno de Abuya fue avisado con antelación de un ataque de  la milicia Boko Haram a la localidad de Chibok, el mismo día, noche del 14 al 15 de abril, en que secuestraron a más de 200 adolescentes de una escuela. En concreto, las fuerzas de seguridad habrían sido advertidas hasta cuatro horas antes de la acción terrorista.

Pero, ¿por qué este «pasotismo» ante los ataques?

Falta de medios

Por un lado,  ante las dificultades internas que atraviesa el Ejército. En diciembre, un tribunal marcial condenaba a pena de muerte a 54 militares que se negaron a recapturar tres ciudades que habían sido tomadas por los yihadistas. Los soldados aducen que no contaban con armamento ni munición suficiente. Mientras, en un caso paralelo, un brigadier y 21 oficiales se enfrentan a una causa de sabotaje por su presunto apoyo logístico a los terroristas.

Segundo, al igual que ocurre con el baile de cifras, debido a las dificultades del terreno  y que suelen prolongar el viaje de los informadores (o supervivientes) durante varias jornadas desde el lugar del ataque a los centros urbanos. Hay que tener en cuenta, que los tres estados bajo emergencia -Yobe, Adamawa y Borno (aunque los ataques se produzcan en más lugares)-, cuentan con un área similar a la de Grecia.

De igual modo, la falta de cobertura telefónica de estos asentamientos (Boko Haram suele destruir los repetidores de los sitios asediados) dificulta aún más el contacto entre las poblaciones.

Y por último, ante la mística que envuelve a la milicia islamista  y que impide establecer con seguridad qué ataques fueron realmente promovidos por Boko Haram y cuáles no (históricamente, los enfrentamientos entre pastores de la etnia fulani -musulmanes- y los agricultores berom -cristianos y animistas- son una nota ciertamente habitual en Nigeria, ya que el modo de vida de estas comunidades está influenciada de forma capital por el acceso a los acuíferos).

Esto queda demostrado hasta en la incapacidad del propio Ejército en ofrecer una tesis sobre la suerte actual de Abubakar Shekau, líder de Boko Haram. Desde 2009, son continuos los anuncios sobre su presunta desaparición. En agosto de 2013, Defensa aseguraba que Shekau habría muerto tras ser herido en una base insurgente en Sambisa, al noreste del país. A pesar de su anunciado deceso, las grabaciones continuaban. 

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