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La policía busca pistas en el coche que se empotró contra la marquesina de espera de un tranvía en un supuesto ataque terrorista en Jerusalén Este - efe

Un atropello «terrorista» reaviva la tensión en Jerusalén

Netanyahu ha responsabilizado al presidente palestino, Mahmud Abás, de la muerte del bebé y ha asegurado que «así es como actúan lo socios de Gobierno» de Abás, en referencia a Hamás

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Jerusalén contiene la respiración ante un nuevo viernes de oración llamado a convertirse en jornada de lucha después de unas últimas horas marcadas por batallas campales y numerosos de detenidos en los principales barrios árabes. Dos niñas muertas por atropellos en menos de una semana suponen la última chispa para avivar la llama del odio entre israelíes y palestinos. Los vecinos de la aldea cisjordana de Sinjel enterraron el lunes a Enas Shawkat, de cinco años, muerta tras ser envestida por el coche de un colono frente a su guardería y, cuatro días después, los israelíes despidieron a Haya Zisel Braun, bebé de 3 meses fallecido después de que el coche conducido por un joven palestino se empotrara contra la parada del tranvía de Ammunition Hill, en plena línea divisoria entre el Este árabe y el Oeste judío de Jerusalén.

Israel ha reforzado la presencia de fuerzas de seguridad en toda la ciudad santa y la Policía advirtió de que tendrá «tolerancia cero» ante las protestas árabes que se suceden desde el verano tanto en la parte ocupada de Jerusalén como en Cisjordania, unas movilizaciones que han provocado numerosos ataques a un tranvía que el ayuntamiento inauguró en 2011 como «símbolo de unión entre comunidades», pero que los árabes ven como una herramienta más para fortalecer la ocupación.

El colono que mató a Enas cerca de Ramala fue interrogado por la Policía y, según la prensa israelí, quedó en libertad. Abdel Abdelrahman Shaludeh, de 21 años y natural del barrio de Silwan, intentó huir a pie tras empotrarse contra los pasajeros que esperaban al tranvía en Ammunition Hill y recibió varios disparos de los agentes de seguridad. 24 horas después moría en el hospital. Su hermano, de 15 años, fue detenido y puesto en libertad después de ser interrogado, según informó la agencia Maan. Su madre también habló ante los medios para denunciar que su hijo padecía «problemas psicológicos» desde su salida en marzo de la cárcel donde «fue torturado» por las fuerzas de seguridad israelíes.

Atropello «terrorista»

Las autoridades judías calificaron lo ocurrido en Jerusalén de «acto terrorista» y el primer ministro, Benyamin Netanyahu, responsabilizó al presidente palestino, Mahmud Abás, de la muerte del bebé y aseguró que «así es como actúan lo socios de Gobierno» de Abás, en referencia a Hamás. El portavoz del grupo islamista, Hossam Badran, lo calificó de «respuesta natural a los crímenes de la ocupación y a la invasión de las tierras por parte de los judíos». Para el Departamento de Estado de Estados Unidos se trató de un «atentado terrorista». La pequeña de tres meses tenía nacionalidad estadounidense.

Este último foco de tensión en Jerusalén tiene su raíz en el asesinato de un joven palestino a manos de radicales judíos en julio, días después de que tres colonos, dos de ellos menores de edad, fueran también asesinados a las puertas de Hebrón. Tel Aviv acusó a Hamás y este crimen sirvió como principal argumento para justificar la guerra contra Gaza del verano en la que murieron más de 2.000 palestinos, la mayoría civiles. Desde entonces los choques se suceden en la parte Este de Jerusalén que Israel ocupa desde la guerra de 1967 y a la que de forma progresiva están llegando colonos. Uno de los barrios más tensos en Silwan, de donde provenía el conductor palestino que mató al bebé, situado a las puertas de la Ciudad Vieja.

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