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Restaurante Casa RuizCasa Ruiz: cocina mediterránea sin grandes pretensiones

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Casa Ruiz supone un elemento más en la oferta gastronómica de Jerez de la Frontera. Ubicado en los alrededores del estadio de fútbol Chapín, ofrece a sus comensales una oferta completa entre tapas y restaurante formal basada en la cocina mediterránea. Si bien es cierto que sus críticas son muy positivas por el público en general, nosotros apreciamos ciertos matices que conviene ubicar en el menú que degustamos.

El ambiente y decoración de Casa Ruiz entran dentro de lo moderno, al igual que la presentación de sus platos, que están entre la cocina tradicional de raciones y la de cocina elaborada, acertando más en unos platos que en otros.

Con la primera bebida nos trajeron una cazuela de salmorejo para degustar, su presentación fue original, su textura muy fina y agradable, posiblemente de “thermomix”, ayudaba a su degustación.

Su acompañamiento básico pero efectivo de jamón serrano y picatoste, mientras que su terminación de aceite de oliva lo estropeó, se notaba que era un aceite de oliva virgen muy normal sin frescura ni aromas herbáceos como los aoves de cosecha temprana que le hubieran aportado al salmorejo un toque especial y definitivo. Algo muy extendido por otro lado en casi toda la gastronomía española donde los aoves de cosecha temprana todavía son una excepción.

Para empezar pedimos unos mejillones al vapor que nos recomendaron. De tamaño mediano, estaban tiernos, calientes y sabrosos, en general bien hechos con un punto menos de terminación. Su presentación fue algo básica pero con un poco de esmero, las patatas paja que pusieron estaban de más ya que no tiene mucho sentido poner algo frito con un marisco que al soltar el agua hace que la fritura se poche. En definitiva, un acompañamiento mal traído.

Continuamos con una ensalada de verduras con queso fresco. Ciertamente nos llevamos un “pequeño chasco”, aunque el plato no estaba mal del todo, si que esperábamos algo más de creatividad con la ensalada, ya que no tenía más que pimientos en su mayoría. Desde nuestro punto de vista este plato permite sorprender al comensal de mil maneras, ya que hoy en día podemos acompañar una ensalada con mil y una variedades de verduras. En cualquier caso, la presentación fue esmerada y visual, además del queso fresco pasado por la plancha con una mermelada por encima, la ensalada consistía en pimientos verdes y rojos, zanahorias, calabacín, habichuelas y nueces. Cierto es que los frutos secos con las ensaladas maridan y le dan un punto especial. El plato cumplió pero, en nuestra opinión, necesita una vuelta de tuerca para hacerlo algo más especial.

Antes de pasar al plato principal pedimos unas croquetas de verdura y unas anchoas plancha. Las croquetas tenían una masa suave muy agradable en boca pero su sabor era algo insulso, cierto es que las verduras no son como el jamón pero deberíamos haber percibido algo más de sabor. Su presentación fue típica en cestillos de metal.

En cuanto a las anchoas, que fueron sugeridas por el “metre”, tenían un tamaño bueno, carnosas y medianas, muy sabrosas.

Por último, para rematar pedimos un calamar plancha. Con este plato nos sorprendieron gratamente en la presentación, ya que lo acompañaron de unos círculos decrecientes de una mayonesa de tinta de calamar muy sabrosa y en un plato decorativo diferente a los demás. El calamar estaba tierno y sabroso, que era lo importante, y su fondo de verduras, que también abusaba de los pimientos, estaba en su punto.

Ya para terminar, aunque sus postres no son su fuerte, pedimos un sorbete de limón al cava.

Después de visitar Casa Ruiz podríamos decir que es una opción agradable para una cocina mediterránea esperada pero sin grandes pretensiones.

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