Pilu Cuenca: «El atún rojo es, sin duda, mi producto fetiche»

Los medios de comunicación han influido en gran medida en la evolución de la gastronomía en nuestro país. Desde la prensa a la televisión, con programas que se han convertido en referentes acercando al gran público productos y técnicas hasta entonces desconocidos. Uno de estos programas de culto para los amantes de la gastronomía es Máster Chef, en el que 16 participantes luchan semana tras semana para convertirse en el mejor cocinero amateur de España. Participantes entre los que, en los últimos años, ha habido una gran representación de nuestra provincia, como la ganadora del 2022, María Lo, y la portuense de la última edición, Pilu Cuenca, que llegó hasta la final y se quedó a las puertas del duelo definitivo.

Pilu, controladora aérea de profesión y cocinera de vocación, se ha acercado hasta la capital gaditana, y más concretamente al Café Royalty, para compartir un café con nosotros, conocerla más de cerca y contarnos su experiencia en Máster Chef.

¿De dónde viene esa pasión por la cocina?

La pasión por la cocina me la inculcó mi abuela, que era una gran cocinera, y mis primeros recuerdos son cocinando con ella, embadurnada en chocolate preparando la mítica tarta de la abuela. Además, por circunstancias de la vida, durante mis estudios tenia mucho tiempo libre que usaba para formarme e investigar acerca de las intolerancias alimenticias, de las cuales sufro. Y, casi por necesidad, cursé una formación autodidacta que fue el punto de inflexión, cuando me di cuenta de que mi gran vocación era la gastronomía.

¿Cómo se te ocurrió presentarte a un programa como Máster Chef?

Pues como me convertí en la cocinillas, tanto de mi familia como de mi grupo de amigos, fueron ellos quienes me animaron a presentarme al casting. A mi, la verdad, no me disgustaba la idea, así que en la pasada edición me apunté, pero no pudo ser. Este año no quise volver a intentarlo, y sin darme cuenta fui pasando castings hasta que logré entrar en el programa.

¿Cómo fueron los primeros programas, teniendo en cuenta que no tenías experiencia televisiva?

La verdad que yo no soy una persona que se ponga nerviosa fácilmente, aunque cuesta acostumbrarte a esa nueva rutina lejos de tu familia. Pero, rápidamente, me olvidé que nos estaban grabando, algo que me benefició para ser yo misma en todo momento, cosa de la que me siento muy orgullosa.

¿Qué formación recibís dentro de Máster Chef?

Es una formación impartida por el Basque Culinary Center, en la cual realizábamos una masterclass por semana con algunos de los mejores cocineros del panorama nacional, dos horas y media que intentábamos aprovechar al máximo. Pero el resto de la semana era un aprendizaje autodidacta. Uno de los más importantes eran las pruebas de exteriores en las que realizábamos las recetas con los chefs creadores de estas elaboraciones.

¿Lo mejor que sacas de tu paso por el programa?

Lo mejor es el crecimiento personal, ya que convivimos con los que inicialmente son desconocidos pero que, con el paso del tiempo, se convierten en una nueva familia, en un ambiente totalmente desconocido con mucho estrés y nervios que hacen conocerte muy bien a ti mismo.

¿Cómo llevas las criticas exteriores?

A mi se me ha criticado mucho por mostrar mis sentimientos. Lo que parecía una pérdida de papeles, realmente era mostrarme como yo soy, aunque hay gente que dice que yo tengo una preparación mental por mi trabajo como controladora aérea, acostumbrada a un nivel de estrés bastante grande. Y tengo que decir que no tiene nada que ver, las situaciones que vivimos son totalmente nuevas para mí y ese estrés y nervios no son ni de lejos los que vivo cada día en una torre de control, para los que he tenido una preparación y formación previa.

¿Cuáles son tus proyectos a corto y medio plazo?

En principio vuelvo a mi trabajo, pero no pienso dejar de lado la cocina. En un futuro muy cercano tengo pensado formar mi propia empresa de cáterin, en la que poder seguir disfrutando de los fogones.

¿Un producto fetiche?

Sin dudarlo, el atún rojo. Creo que es uno de los productos que mejor representan a nuestra provincia. Por su calidad y versatilidad, es un producto que me encanta tanto elaborarlo como disfrutarlo, siempre y cuando no lo maltraten.

¿Una elaboración para este producto?

De cualquier forma, en la que no se modifique ni su textura ni sabor propio. Así, rápidamente, se me ocurre en forma de tartar o cualquier leve marinado, que le sienta genial. Mi plato favorito son los huevos fritos con patatas, y esta elaboración combinada con un buen tartar de atún es un auténtico manjar. Creo que más es menos.

Para terminar, proponnos una ruta gastro por la provincia de Cádiz.

Yo comenzaría una ruta desayunando un buen mollete de jamón en el centro de El Puerto de Santamaria, en el bar Vicente. De camino al paseo fluvial me pararía a tomarme un buen vino en La Bodeguita del Bar Jamón, para terminar almorzando en el restaurante Puerto Escondido. Después me desplazaría a Cádiz a ver la maravillosa puesta de sol que se disfruta desde la Caleta, un aperitivo en la freiduría de Las Flores y para cenar, sin duda, recomendaría una vista por La Carboná, en Jerez de la Frontera. Esa sería mi ruta perfecta, pero tampoco podría olvidar dar un paseo por cualquiera de los mercados de la provincia, que son la mejor escuela para aprender del producto local.