Los Niños empiezan a crecer con las ideas muy claras

El restaurante Los Niños, en Zahara de los Atunes, comenzó temporada poco antes de Semana Santa incorporando algunas novedades con respecto a 2022. Este año, el segundo de Alejandro Barquín y Óscar Román como socios, cuentan con un espacio interior que han climatizado, ganando además en superficie para la cocina y actualizando parte del mobiliario. Todo ello para presentar una oferta gastronómica en la que el atún, santo y seña en Zahara, tiene su sitio. Eso sí. Ambos insisten en que su carta quiere ir más allá.

Óscar está al frente de la cocina de Los Niños. Jerezano, formado en el Pintor Juan Lara, de El Puerto, comenzó en el Barceló del Novo Sancti Petri, el actual Royal Hideaway Sancti Petri.

Posteriormente pasó por Marbella y Mallorca, y al poco tiempo conoció a Alejandro, pasando un verano ya en su cocina. «Volví a Marbella, a El Ancla, pero Ale me llamó diciéndome que su socio no seguiría con él, y me propuso venir. Eso fue el año pasado, y aquí estamos».

Alejandro es de Sevilla, está a cargo de la sala del restaurante, y decidió dejar los estudios y marcharse a Edimburgo, donde comenzó su contacto con la hostelería y la coctelería. Cansado de Escocia, la tierra tiró de él y regresó a España, entrando a trabajar en un italiano de Zahara de los Atunes. Su padre se hizo cargo del restaurante del camping, y luego estuvo con el Grupo Lezama en el cáterin del Alabardero. Poco después le llegó la oportunidad de hacerse cargo de Los Niños, y no la dejó pasar.

Este es su segundo año juntos, y lo inician con la reforma del local, que creían necesaria ya que piensan que ahora podrán sacarle más partido. Entre otras cosas, planean realizar distintos eventos, como catas maridadas y la presencia de otros cocineros de la zona para cocinar junto a ellos. La zona interior cuenta ahora con siete mesas, mientras que fuera hay espacio para otras 16.

A comer

¿Y qué se come en Los Niños? Óscar comenta que «nuestra cocina es la que me inculcó mi abuela desde pequeño, la que a todo el mundo le gusta y nunca va a pasar de moda. A todos nos gusta un guiso, unas berzas, unas tagarninas con huevo. Y ese es el concepto, dándole nuestro toque personal, claro».

Y aunque Zahara es un destino gastronómico que lleva hasta el apellido de los atunes, en Los Niños quieren distinguirse por otros productos. «El año pasado pusimos una carta muy amplia, con 23 platos de atún, y este año lo hemos reducido a poco más de media docena. Claro que queremos que la gente venga a Los Niños a comer atún, pero también a disfrutar de nuestras carnes, el cordero, las ensaladas, o el salmorejo indio, que preparamos con caballa de la zona. La ponemos en salmuera y la curamos. Está gustando mucho».

Entre los platos de la carta, Óscar menciona las croquetas de encebollado, «la alcachofa con papada ibérica de La Hoja del Carrasco, con un puchero que hacemos con todos sus avíos y al que añadimos un poco de papada; el jarrete de cordero, el solomillo de atún con crema de boletus, o la carrilera de atún. El año pasado, éste último lo teníamos en carta con el nombre de facera y apenas salía. Le hemos cambiado el nombre y ahora es de los que más se venden de atún, junto con el brioche». El pan, por cierto, de La Cremita.

En sus entrantes, tabla de quesos, gilda de atún y boquerones, ensaladilla de Los Niños, pulpo frito, tortilla vaga de lomito en caña o el steak tarta acevichado. Tiene, además, un apartado para los brioche: de atún y trufa, de atún picante, de steak tartar, de cochinillo con habanero de lima, y de pastrami mechado.

En las ensaladas, tomate de Conil japo-sherry y los brotes tiernos sobre cherry confitados y burrata de muselina de mostaza. Arroz meloso de boletus con stracciatela de trufa y parmesano, noodles coreanos con alistados, y carnes, como el solomillo de ternera retinta o la lasaña de la misma res, más opciones.

Del mar, los platos de atún, como el solomillo con crema de hongos silvestres, el tataki con teriyaki andalú, la parpatana soasada con apionabo. Borriquete de Conil frito, corvina de anzuelo en salsa de hierbas y mostaza y rodaballo al horno, ponen el punto y final. Eso sí, quedan los postres. Entre ellos, la sinfonía de cítricos, milhojas crujientes con ganache de chocolate o nuestro arroz con leche.

Para comer en Los Niños se pueden pedir distintos formatos, si bien Alejandro indica que «depende de cada cliente. Yo voy viendo las necesidades de cada uno y les voy aconsejando que compartan algunos platos, o cuáles pueden ser para una sola persona. En ese sentido, podemos jugar bastante».

Alejandro también se ocupa de los vinos, distribuidos por Antonio del Mar y su empresa Andalucía de Vinos. «Yo quiero formarme próximamente en sumillería. Al tener los vinos de Antonio, son todos de Andalucía, y es que para nosotros eso debe ser un elemento diferenciador. Si alguien viene buscando un rioja, puedes asesorarle para que pruebe un tinto de Arcos, por ejemplo. La verdad es que en nuestra tierra tenemos mucha variedad y sitios en los que se están haciendo vinos de gran calidad».

Ambos anuncian que este año abrirán todo el año, concediéndose un descanso desde finales de diciembre al Día de San Valentín, cuando regresen. Hasta el 1 de junio, a partir de entonces abrirán a diario, están disponibles los fines de semana, excepto el domingo para cenas, aunque en fechas señaladas, como el próximo puente del 1 de mayo, ampliarán su horario.

Los Niños está en el Paseo del Pradillo, urbanización La Colmena. El teléfono de reservas es el 681 98 05 57.