Inmaculada Caballero y Luis Miguel Domínguez con su hija, Paula, en la entrada de Ánfora Tapería
Inmaculada Caballero y Luis Miguel Domínguez con su hija, Paula, en la entrada de Ánfora Tapería - Salva Moreno
Barbate

Ánfora Tapería: El táper romano en el que cabe todo lo bueno

Inmaculada Caballero y Luis Miguel Domínguez son los propietarios de este local junto al paseo marítimo de Barbate

Actualizado: Guardar
Enviar noticia por correo electrónico

El barbateño Luis Miguel Domínguez y su mujer, Inmaculada Caballero, ella de Conil, tenían en mente poner en marcha un proyecto gastronómico desde hace años. Luismi siempre ha estado ligado (sigue estándolo) al mundo de la panadería con el Horno El Tirilla, junto a sus hermanos. Siguiendo con los negocios familiares, en Semana Santa abrió Ánfora Tapería, también con su hijo, Luismi, y su hija, Paula, implicados en este local con aires romanos modernizados.

Para empezar, el nombre. La salazón, técnica de conservación de los alimentos utilizada ya por los fenicios y que los romanos implementaron, supone la base del proyecto, y es que en una zona con tanta tradición, había que tener ese detalle. «El Ánfora era la fiambrera de la época, y entendí que ahí cabía todo lo bueno, desde la comida a la bebida y al propio local.

El nombre fue lo primero que decidimos, y a partir de ahí, el resto», dice Luismi.

El interior de Ánfora Tapería se abre al exterior a través de amplios ventanales
El interior de Ánfora Tapería se abre al exterior a través de amplios ventanales - Salva Moreno

Ánfora Tapería está en el número 10 de la Avenida del Atlántico de Barbate, junto al paseo marítimo. Inma y Luismi vieron el local y dieron el paso. «La cocina estaba bien montada, así que la inversión bajaba bastante. Antes era un bar, era más gris, más oscuro. Evaristo Jiménez se encargó del interiorismo, dándole mucha más claridad. Me gusta decir que es una informalidad delicada, con cal y un blanco sencillo, porque Evaristo buscó esa parte, digamos sencilla, de la época».

El atún tiene su apartado en la carta
El atún tiene su apartado en la carta - P.D.

Con dos espacios diferenciados pero muy unidos, el interior se abre al exterior con amplias ventanas, con un aforo aproximado en total para 70 comensales. «Nuestra comida es tradicional, del pueblo, sin tantos adjetivos como hay hoy en día. Le damos mucho valor al producto y queremos ir in crescendo. El concepto tapería, viene derivado de que no somos un restaurante y tampoco queremos ser un bar. Aunque puede confundir un poco, porque la gente espera tapas, que cuando más tenemos es en invierno, porque el público del pueblo es distinto al de verano. Ahora la carta es más completa, desde mariscos, carnes a la brasa, guisos, atún encebollado, atún en tomate…», añade Luismi.

La carta

Para picar algo, primer apartado de su carta, incluye la clásica ensaladilla, queso de cabra payoya, picadillos, albacora en montadito o mojama de atún y hueva de maruca como salazones. Como en casa tiene, entre otros, platos como el revuelto de gambas con ajetes o de papas con jamón, pollo empanado, lobito a la plancha, croquetas de jamón o buñuelos de langostinos.

Tras un cuarto de siglo en panadería, no podía faltar un apartado Entre Panes, con varios montaditos y tostas. De la Huerta, con ensaladas, alcachofa a la plancha, gazpacho o salmorejo, y pescados y mariscos fritos o a la plancha, tartar de cigala y carpaccio de ventresca ahumada, entre otras opciones. El atún tiene su propio apartado, tanto en crudo como en guisos, y las carnes toman protagonismo con el lomo bajo de retinto, entrecot de Angus, solomillo y chuletón de retinta y presa ibérica de bellota.

Uno de los platos de Ánfora Tapería
Uno de los platos de Ánfora Tapería - P.D.

«Tocamos un poco de todo. La carta es básica, pero dándole a todos los palos para que el cliente tenga variedad. Es un chiringuito romano, y lo que sí nos caracteriza es un amplio fuera de carta. Además, los camareros te dicen de primeras el gramaje y el precio, algo que, como consumidores, echamos de menos en sitios a los que vamos», aclara Luismi. En invierno, recuerda, la salazón pierde fuerza «porque la gente de aquí la demanda menos. Entonces, nos vamos a las tapas».

En cuanto a los vinos, «la carta es sencilla, con vinos no demasiado conocidos, pero de diversas denominaciones y tipos, ya que la comida también es muy variada. Más o menos, son un par de cada uno de ellos, para que la cava también está en buenas condiciones y no tengamos demasiado almacenaje».

Hasta el 15 de septiembre, Ánfora Tapería abre todos los días, pero a partir de entonces lo hará desde el jueves a domingo, tanto para servicios de almuerzos como de cenas. El teléfono de contacto es el 640 668 380.

Ver los comentarios