Dónde comer barato (y bien) en San Fernando

Mercedes Ordóñez

Cádiz

25/06/2025 a las 13:01h.

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En San Fernando, donde el arte en todas sus vertientes y la cultura del tapeo es casi una religión, la barra sigue siendo el mejor lugar para relajarse y dejarse llevar por las charlas típicas de los cañaillas asiduos. Todo ello mientras se disfruta de las recetas gaditanas sin que la cuenta supere los dos cifras.

A medio camino entre la tradición y una nueva generación de hosteleros que sabe cuidar el producto sin encarecerlo, San Fernando ofrece una selección de bares y tabernas donde el sabor, la cercanía y los precios ajustados van de la mano. No hay trucos: cocina local, buen servicio y un ambiente que acoge a vecinos de toda la vida y visitantes por igual.

En esta guía de GURMÉ Cádiz hemos seleccionado cinco establecimientos recomendados por nuestro crítico gastronómico, Enrique Pérez, para quienes buscan comida casera, buen ambiente y precios razonables. Desde guisos del día hasta tapas creativas, pasando por vinos servidos como es debido o una Cruzcampo bien fría en la mesa de siempre. San Fernando conserva ese espíritu andaluz de «comer fuera» como parte del día a día, y estos cinco locales son una representación de los bares de la localidad en los han sabido mantener el precio sin perder calidad.

En la calle Real, DeJavier Tapería es un enclave recomendable para quien busca sabor, variedad y precios comedidos. Su carta combina propuestas tradicionales con algún toque contemporáneo,. Desde unas papas aliñás con melva hasta un tartar cremoso de caña de lomo ibérico sobre pan brioche, la cocina de Javier sabe dar con la tecla de la tapa que más buscan sus clientes. Cabe destacar que el menú cambia a menudo y siempre hay sugerencias fuera de carta, aunque en su carta encontramos normalmente ensaladilla de langostinos, pastel de caballa y mayonesa de algas, torrecilla de berenjena con queso de cabra y miel o bacalao gratinado de alioli y albahaca, entre otros platos.

El ambiente es distendido, con mesas altas, ideal tanto para una comida rápida como para comer a base de raciones.

Con su estética andaluza, su pequeño patio interior y el trato cercano del personal, El Patio de Benítez es una de esas casas de comidas que conquistan por autenticidad. Aquí el guiso del día manda, y los precios invitan a repetir. El menudo, la berza o las fabes con chocos son algunos de los platos que suelen salir desde esta cocina como propuesta del día.

Frecuentado por clientes locales y trabajadores de la zona, el sitio es perfecto para quienes valoran lo casero y desean tomar platos como cazón en adobo, ortiguillas de mar, medallones de solomillo de cerdo al roquefort, rabo de toro, revuelto de bacalao dorado o tosta de boquerones en vinagre y anchoas, entre otras propuestas.

Un clásico entre los chiringuitos más destacados de la Bahía de Cádiz, la Cantina del Titi conserva el encanto de los bares de antes con el plus de tener unas vistas inigualables a la bahía.

Aquí podemos encontrar una gran selección de propuestas culinarias, muchas de ellas elaboradas con pescados de las costas gaditanas. Entre sus platos destacamos las tortillitas de camarones, las puntillitas, las sardinas en temporada o un buen pescado como zapatilla o lenguado.

No obstante, en su carta también podemos encontrar carnes como el solomillo de cerdo o hamburguesas de buey para los más carnívoros.

El Refugio Pepe Valero es un restaurante que combina la cocina peruana con toques locales gaditanos, firmado por el peruano Manuel Sandoval y el isleño Pepe Valero.

Tras trasladarse en junio de 2023 a este enclave, su propuesta se basa en tapas y raciones para compartir, con presencia de platos peruanos clásicos con guiños al mercado local mediante ingredientes frescos de la costa gaditana. Entre sus propuestas podemos destacar las empanadillas de carne al toro, las croquetas de jamón o el ají de gallina, un plato clásico de la cocina peruana.

Y para cerrar, Bodegas Rocío, uno de esos sitios con sabor a historia. En su interior, se sirven tapas clásicas a precios que casi parecen congelados en el tiempo. Montaditos de lomo, croquetas caseras, ensaladilla de las de antes y una selección de chacinas completan una carta sin complicaciones, pero eficaz.

También destaca su jamón ibérico de la marca Joselito, sus típicos chicharrones o la gran selección de vinos de la tierra, idóneos para maridar con los platos de la carta.

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