Cómo no transmitir tu angustia a tus hijos en su vuelta al cole

Tres de cada 5 progenitores españoles sufren estrés durante estas primeras semanas

S. F.

La primera preocupación de los padres tras el regreso al colegio de los niños es la adaptación de los más pequeños de la casa a sus primeras semanas de colegio y nuevas actividades. Al menos, así lo revela un análisis realizado en el centro Coaching Club. En los grupos de reflexión para padres organizados por esta organización, la directora y psicoterapeuta Verónica Rodríguez Orellana explica que «algunos de los principales desvelos e inquietudes de los padres tienen que ver con el miedo a no saber detectar las señales de alarma en los niños, la adaptación social de los pequeños, como descubrir los síntomas de bullying, o la falta de confianza en la atención que se les pueda brindar en los centros, son las preocupaciones más comunes de los padres durante el primer mes de regreso al colegio».

Otras de las inquietudes relevantes de los padres son: «cómo poder ayudar a sus hijos a gestionar las situaciones nuevas; la ida de los compañeros de clase a otros colegios, el cambio de clase y nuevos compañeros, la llegada de alumnos nuevos, afrontar el encuentro con maestros distintos y actividades diferentes. Si el padre tiene dificultades a la hora de afrontar nuevos retos o tiene una híper-exigencia le costará mucho más ayudar a su pequeño a introducir nuevos cambios de una forma natural».

En muchas ocasiones la angustia de los padres por estas situaciones tras la vuelta al colegio es transmitida, sin intención, a los más pequeños, que no entienden la situación. De hecho, según los datos de las consultas de Coaching Club , 2 de cada 5 consultas relacionadas con estos temas tienen su origen en la transmisión de esta angustia de padres a hijos.

Además, añade la experta, «si un niño ve a su padre o a su madre con cara de preocupación cuando los deja por la mañana en el colegio, o les nota la angustia cuando otra persona responsable los recoge, o percibe ese estrés en el adulto, por su escasa edad el niño no es capaz de entender el motivo y acaba decodificando mal a situación. Esto implica que el pequeño se haga una imagen mental que asociará la tensión, la angustia y el estrés a las situaciones nuevas, lo cual, con el tiempo, si no se modifica, puede que termine costándole gestionar en su vida adulta, situaciones que implican nuevos procesos de adaptación o simplemente le cueste mucho más los cambios».

La adaptación de horarios laborales-escolares

La adaptación del horario laboral de los padres al horario de salida de los niños es la segunda gran preocupación tras el regreso al colegio. Muchos padres se ven obligados a tomar medidas que no quieren y que derivan a la larga en un aumento de la sensación de angustia, culpa y cierto estrés.

Algunas de estas decisiones quizás erróneamente adoptadas serían:

1. Llenar la agenda del niño de extraescolares para alargar el horario del pequeño y llegar a recogerles después del trabajo.

2. Contratar un servicio de niñera y confiar en esta tercera persona que les recoja, cuide y entretenga hasta la salida del trabajo.

3. Pedir cambio de horas en el trabajo para salir antes con los consiguientes problemas laborales debido a la falta de conciliación existente en nuestro país.

4. Solicitar ayuda a los abuelos para cuidar de los niños hasta el fin del horario laboral

Desde Coaching Club su directora Verónica Rodríguez Orellana aconseja naturalidad ante los cambios que tiene que atravesar la familia. «Que sean como un paso más en la vida, sin híper exigencias, ni culpas. Que opten por la solución que menos estrés genere en los padres y en los niños. Más allá de ser una decisión impuesta por las necesidades, se debe elegir una solución que a la larga no genere una carga de angustia innecesaria a los mayores».

Rodríguez Orellana nos aporta estos 5 consejos prácticos para afrontar el primer mes después de la vuelta al colegio:

1. Apoyar a los más pequeños a introducir de forma positiva los nuevos cambios que tiene que atravesar. Se puede hacer a través de los cuentos o los mismos padres pueden apelar a cuando ellos eran pequeños fomentando el entusiasmo y la confianza de que sí se puede transitar por una etapa nueva.

2. No abusar de las extraescolares para no derivar en el síndrome de la agenda completa.

3. Los niños deben tener tiempo para descansar después del horario lectivo.

4. Las rutinas de los hábitos centrales como son el sueño la alimentación y la higiene ayudan a organizar el mundo interior del pequeño para que pueda gestionar mucho mejor una nueva etapa.

5. Confiar en el vínculo que se ha establecido con el niño , fomentar la comunicación y la expresión de sus emociones ayudará a que esta nueva etapa se concrete con éxito.

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