La alimentación que hay que seguir para hacer frente a los sofocos y cambios de la menopausia

Las españolas somos conscientes de que la menopausia llegará algún día, sin embargo muy pocas conocen cuál va a ser su día a día a partir de ese momento y los profundos cambios internos que sufre nuestro cuerpo. Esta etapa no se limita a sofocos frecuentes, alteraciones del sueño y engordar cuatro kilos. Nuestro organismo sufre importantes modificaciones para adaptarse a una nueva época. Se trata de una etapa de transición entre un periodo fértil de la vida y la vejez. Son unos años de adaptación hasta que cesa la menstruación. No es una enfermedad, sin embargo, la menopausia provoca síntomas molestos que alteran la dinámica social y laboral.

Precisamente, para que las mujeres conozcan todo lo que deben saber sobre la menopausia, el portal ella y el abanico celebra a partir de hoy (y durante la jornada de mañana) el V Fórum Mujer y Menopausia en la sede de Caixa Forum Madrid. El programa contiene nueve conferencias sobre menopausia, insomnio, caída del cabello, sequedad vaginal, sexualidad, osteoporosis, nutrición, terapia hormonal bioidéntica, aromaterapia o andropausia y cuatro talleres sobre la piel,

el estilo, suelo pélvico y un círculo de mujeres. Toda la información necesaria para hacer frente, de la mejor forma posible, a esos síntomas tan molestos que surgen durante esta etapa de la vida.

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Los riesgos para la salud

Sin embargo, esas dolencias que afectan a nuestra vida, como los sofocos, el insomnio o las alteraciones del estado anímico «son síntomas signos menores», como advierte la ginecóloga y ponente de este Fórum Lola Ojeda, «hay otros signos más importantes que implican un riesgo para la salud tanto a nivel óseo como cardiovascular. Si no diagnosticamos la pérdida de masa ósea a tiempo durante la menopausia no podremos prevenir futuras lesiones cuando seamos mayores. En esta etapa no se percibe que perdemos calcio, no notamos dolor, pero cuanto tengamos 70 años si vamos a notar las fracturas y lesiones. El sistema cardiovascular también hay que cuidarlo, porque las mujeres perdemos estrógenos durante esta etapa y nos equiparamos a los hombres en el riesgo de sufrir enfermedades cardiovasculares. Además, la grasa se redistribuye por el cuerpo, aumenta el peso y si no se controla también se puede sufrir obesidad, con todos los riesgos que eso implica para la salud.

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A las españolas la menopausia les llega entre los 48 y 52 años, «pero no se puede predecir cuándo va a sobrevenir», insiste la ginecóloga. Por eso, Ojeda recomienda cuidarse desde ya. Adquirir hábitos saludables cuanto antes. Y entre ellos la alimentación y hacer ejercicio son los fundamentales, además de no fumar ni abusar del alcohol.

Dieta mediterránea y ejercicio

Todas las pérdidas que se sufren durante la menopausia «se pueden compensar siguiendo la dieta mediterránea. Utilizando los productos de cada estación,cocinados de forma tradicional. No se puede prescindir de las verduras, las legumbres, el pescado en general y los cereales. La fruta no hay que tomarla en exceso porque contiene

muchos azúcares. Basta con dos o tres piezas al día. Tampoco abusar de la carne roja, solo consumirla una vez a la semana. En su lugar, comer carnes blancas como el pollo o el pavo. Y evitar el consumo excesivo de café y bebidas gaseosas».

Para compensar la pérdida de masa ósea, Ojeda recomienda los producto lácteos enriquecidos en calcio o vitamina D, así como frutos secos, legumbres y verduras. Y para cuidar el sistema cardiovascular aquellos alimentos que contengan Omega 3 y 6, es decir frutos secos, pescados azules...

Los españoles sabemos cómo cuidarnos, «el problema —dice esta ginecóloga— es que es muy difícil hacerlo con el ritmo de vida que llevamos, sobre todo en las grandes ciudades. Consumimos productos manufacturados, platos preparados, que están distorsionados por las sustancias que se añaden para su envasado y conservación. Y esto es lo que hay que desterrar de la dieta».

El ejercicio es otro pilar básico de una vida saludable. «Moverse, ir andando a hacer los recados, bajarse una parada de autobús o de metro antes de llegar al trabajo y caminar, subir escaleras... —aconseja Ojeda—. Y si se puede caminar, al menos, 30 minutos todos los días a buen paso es un buen ejercicio que activa los músculos que si están potentes retienen el hueso. Unos músculos atrofiados favorece la pérdida de masa ósea. El ejercicio segrega endorfinas, unas hormonas que actúan beneficiosamente en el estado de ánimo».