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Cómo conseguir que tu boda sea perfecta

Recurrir a organizadores de bodas evita más de un quebradero de cabeza

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Casarse, además de ser una gran decisión en la vida, un gran paso, requiere de una gran organización. Especialmente para quienes huyen de lo previamente establecido y quieren darle a su boda un toque especial, algo que les haga sentirse únicos en lo que es, verdaderamente, un único día en sus vidas. Bodas diferentes, que se alejen de lo que todo el mundo hace. Y eso requiere mucha paciencia, conocimiento de las últimas tendencias y, sobre todo, un profundo sentido de la estética para que los resultados resulten auténticamente evocadores.

Es bastante probable que si usted está leyendo este artículo enseguida piense en Jennifer López y la comedia romántica que protagonizó en 2001, hace ya 14 años junto al guapo Matthew McConaughey y que, efectivamente, se llamó «The Wedding Planner» aunque en España se tradujo como «Planes de boda».

Quizás si se hubiera dejado el título original (impensable en aquel momento) hoy día todo el mundo sabría qué es un o una wedding planner. Otra película que contaba con la figura de un wedding planner fue la protagonizada en 1991 por Steve Martin y que en España se tradujo como «El padre de la novia».

Quizás en el imaginario colectivo haya quedado la idea de que eso es un o una wedding planner y lo cierto es que cada profesional de esto aporta, además de amplios conocimientos sobre el sector, la plasmación de su propia personalidad, algo que, lejos de ser una hándicap, si el profesional es realmente bueno, aporta mucho valor.

Sira Antequera, propietaria de «Sí! Quiero», la empresa con más solera del sector, organiza bodas en España y en cualquier parte del mundo.

¿Qué hacen los wedding planner?

Curiosamente, Sira reconoce que no es adicta a las bodas, «soy fan de las personas, de la idea de festejar y celebrar y uno de mis puntos fuertes es la empatía —algo que según ella— es absolutamente imprescindible para poder hacer un diagnóstico profesional de sus necesidades». Pero, ¿qué hace exactamente una wedding planner? “Yo conecto en una primera entrevista con la pareja para lograr el reto de ir dando forma a la boda que quieren y ayudarles a encontrar lo que les hace felices de manera que disfruto muchísimo con la parte del diseño que, en mi caso es encontrar para cada pareja su boda a medida, con toda la flexibilidad para dar forma a lo que ellos son”. Además, reconoce Antequera, hago toda la parte organizativa que me resulta muy cómoda y orgánica pues cimenta todo lo demás de forma básica para que todo fluya y funcione”.

En el transcurso de la entrevista Sira recuerda a Steve Jobs y aquella conferencia mítica que pronunció en Stanford en la que relató cómo las pasiones personales que desarrollas de manera intuitiva son como puntitos blancos y a cierta escala haciendo inventario de las vivencias de conjunto, cuando miras hacia atrás y tomas perspectiva, todos ellos se han convertido en una línea blanca concreta. «En aquella reflexión, confiesa Sira Antequera, yo uní esos y muchos otros puntos y tracé esta línea blanca. No podría hacer los eventos que hacemos sin esa capacidad de gestión. El equipo humano en una boda es enorme y yo, como wedding planner los dirijo como músicos relativamente independientes, pero perfectamente correlacionados dentro de una estructura de partitura compleja, como en una orquesta, y consigo que brillen al máximo, y que además mantengan el entusiasmo y esa energía de sonrisa permanente que nos caracteriza».

Planificar pero también diseñar

Uno de los conceptos menos definidos en esta profesión, relativamente desconocida en España es que hay gran diferencia entre ser wedding planner y wedding designer. En realidad son dos profesiones que, en el caso de Sira Antequera, las realiza de manera conjunta pero, reconoce, “no todos los planners son diseñadores. La wedding planner es una figura profesional que asiste en el proceso de celebración de una boda (planner del evento). En nuestro caso lo concibo y estructuro en distintas fases: 

- Diseño: «En esta fase le damos forma a lo que quieren. Ayudándoles a imaginar, acompañándoles en eso, evocando imágenes, atmósferas, temáticas, etc. Normalmente iniciamos buscando el espacio ideal para celebrar, pero a veces los novios nos llegan con esa fase u otras ya realizadas. Trabajamos para dar forma a todo según sus deseos y su personalidad.

Como facilitadores procuran hacer viable hasta lo más engorroso, volviéndolo incluso divertido, como sostén y apoyo, en ese viaje que es casarse. Aquí conjugamos todas las piezas para que salga esa boda única. Todos los diseños de nuestras bodas son nuestros, la decoración, las flores…. trabajamos con los mejores profesionales, pero a su calidad de trabajo sumamos la nuestra, somos un plus extraordinario para su trabajo».

-Gestión: «Aquí empezamos con la selección de profesionales y trabajamos con los mejores. Cada uno es más o menos idóneo para una idea o un objetivo concreto. Lo importante es tener clara la finalidad, lo que se espera, lo que desean, elegir las piezas, y su manera de ser expuestas. Aquí nos ocupamos de toda la parte administrativa, contractual, presupuestos… en fin, gestión pura. Este es uno de los puntos álgidos, donde los novios sin wedding planner, y sin saberlo, sufren más», apunta.

-Planificación: «Hacemos el diseño temporal de la boda: timings, cronogramas, planificación de montajes, trabajos y desmontajes, flujos de movimientos de invitados, performances, dramaturgia y representación del acto, planos de fincas, de ubicaciones y de mesas. Siempre digo que lo mejor de nuestras bodas no se ve: es la gestión de los tiempos y depende íntegramente de esta fase de trabajo, desconocida y poco valorada a priori».

-Coordinación:Dirección de los equipos durante la boda: en los montajes y durante la misma.

«Hacemos realidad lo que previamente hemos diseñado y cuidamos que todo salga fabuloso. Y que la emoción de novios e invitados estén al máximo en todo momento. En esta fase somos como un maestro de ceremonia (un director de orquesta), porque incluso los mejores músicos, no armonizan sin un director. Aquí hacemos brillar a cada profesional en el mejor momento (el instante exacto de cada clímax emocional). Mantenemos los ritmos suaves, y fluidos, según el protocolo actual  natural, y espontáneo, para que sea verdaderamente inolvidable».

Tiempo necesario para organizar una boda y perfil de las parejas

Desde luego, a mayor complejidad, mayor tiempo necesario pero todo depende mucho de la pareja y de sus necesidades. «Estoy acostumbrada, reconoce, a plazos muy variables. Tenemos parejas que se plantean con un año y medio y otras que se deciden en dos meses».

¿Quiénes son las personas que deciden recurrir a los servicios profesionales de un wedding planner? La experta reconoce que hay una característica que une a todos sus clientes y es que «todos tienen la decisión de tener una boda diferente y personal que sea inolvidable y bien hecha para ser disfrutada». Aunque, señala que abunda muchísimo en su perfil «parejas con más o menos tiempo libre, españoles expatriados que desean casarse aquí pero que no pueden viajar constantemente para seguir todo el proceso de preparación».

En cuanto a los estilos, Sira Antequera es clara: «Nosotros trabajamos con todos los estilos posibles, desde el más clásico al más atrevido en estilismo aunque —reconoce— mi trabajo tiende a ser atemporal, que una boda hecha hace diez años aguante perfectamente el paso del tiempo pero, en cualquier caso la última palabra la tienen los novios, como es lógico».

Iglesia versus juzgado

La mayoría de las bodas en España siguen siendo católicas aunque según la estadística esto va en retroceso. Sira comprueba en su trabajo que esto es así y puntualiza que «la tendencia en España es, efectivamente más religiosa y que si muchas no lo son por la iglesia se debe, muchas veces, a los requisitos que la Iglesia pone por ejemplo cuando alguien se quiere casar al aire libre, en una playa, en un jardín… no lo permiten por lo que muchas parejas que se quieren casar por la iglesia y en espacio al aire libre, finalmente lo hacen por lo civil».

El traje de novia, pieza fundamental en la boda.

¿Forma parte del trabajo de una wedding planner ayudar a la novia a escoger su vestido? Pues como en todo, depende de las necesidades de la novia.

Sira reconoce que, en su caso, ella «potencio que la novia saque su personalidad, que haga en su boda aquello que ella es realmente y eso supone planteamientos muy diversos ya que me gustan las novias de blanco pero también las que llevan vestido de color».

«Lo importante es que cada una encuentre su estilo y la moda en ese sentido ayuda porque hay muchas opciones pero lo que trato es de ayudarlas a que encuentren su propio estilo y huir siempre del disfraz, no aceptar llevar joyas con las que no se sientan identificadas solo porque le hace ilusión a la madre, a la abuela o a la futura suegra, ser ella misma es fundamental a la hora de verse veinte años después y reconocerse», reconoce.

Claves para que tu boda sea un éxito

- Gestión de los tiempos. Para la experta esto es básico a la hora de que una boda salga perfecta y esto los novios difícilmente pueden hacerlo el día de su boda por razones obvias ya que están a otra cosa, que es casarse, así que para Sira Antequera «la gestión del tiempo es fundamental, siempre digo que —a pesar de las imágenes tan bonitas que puedes ver de nuestro trabajo— lo mejor de nuestras bodas no se ve. Es el ritmo, lo fluido de los tiempos, sin esperas, sin cansancios, los invitados disfrutan».

Este es un punto que sin tener una buena wedding planner —explica la experta— no se consigue porque los tiempos son un elemento de trabajo solo de las profesionales. «Los novios no pueden trabajarlo. Y es un pilar fundamental del día de la boda. Es evidente que la puesta en escena es importante, que esté bonito, pero es muy secundario respecto del primer punto. Mantener la emoción de los novios y los invitados, como si estuvieran en una burbuja (tan delicada como una pompa de jabón, y cuidando de que no se pinche), es el objetivo con el que trabajo», concluye.

-Disfrutar. Para la experta, «disfrutar y mantener la sonrisa, recordar que estamos celebrando que nos queremos es lo más importante». Parece obvio, pero no lo es ya que muchos novios se estresan porque ven que algo sale mal o no sale como estaba previsto. Obviamente con una wedding planner eso no sucede ya que se encarga de todos los detalles para que los novios disfruten de su gran día. Un día que recordarán para el resto de sus vidas.

-Buscar la armonía.Sira reconoce que este punto es vital aunque la mayoría no lo ve, sólo ve los resultados. «Me focalizo en cada pareja, en entenderlos y conocerlos. Al principio son un reto, un lienzo en blanco al que darle contenido», explica.

«Así lo visualizo, no es un ejemplo casual. No me interesa hacer otra boda ni hacer lo que yo quiera, no tengo preconceptos, ni nada pensado… Tengo delante una pareja que no conozco y tengo que entenderles, encontrar en su mente, más bien en su inconsciente la boda que anhelan, pero que no saben cómo explicar. Porque está ahí. En algunos casos es proponer, porque no han pensado en nada, en otros cambiar, porque a veces vienen con una idea y en realidad terminamos realizando otra. La idea que refleje la personalidad está ahí, solo hay que buscarla. Soy empática y me apasionan las personas. Me gustan mis novios y nos lo pasamos bien. Conocerlos para hacerles una boda a medida es un estímulo que me mantiene feliz con mi trabajo», concreta.

-No seguir las modas a rajatabla.La experta es contundente en este punto. «No me interesa el fenómeno moda. Las tendencias están ahí para tener más opciones, pero no para seguirlas de manera esclava y mucho menos para sentar escuela, estereotipos, ni rigideces. Me gustan las personas con estilo propio, con capacidad de decisión, con un punto de riesgo y atrevimiento, inteligente y divertido. En realidad el estilo es la comunicación de la personalidad, pero no todos tienen valentía para manifestarlo, o no saben sacarlo, potenciarlo, materializarlo… A mí me encantan los que se atreven en esa exploración. Los que realmente quieren una boda única y a su medida. Ese es el reto», subraya.

-Buscar la estética. «El denominador común de una boda perfecta debe ser la armonía —explica Antequera— y no es precisamente sencillo lograrlo», añade.

El estilo, la línea estética, el período histórico, la inspiración, el color, el objetivo… todas son muy diferentes, tanto como las personalidades de los novios mismos «pero todas estudiadas y desarrolladas de manera armónica y relacional», puntualiza.

Para esta apasionada del arte «la belleza es relación. No la mera belleza intrínseca de un objeto aislado, sino las cosas en su contexto, el efecto global e impresionista general, las estructura, su funcionalidad, y su belleza en conjunto (con todos los componentes que intervienen en el acto, la gestión de los tiempos, la música, los ambientes, la psicología del color, etc.. Y, para hacerlo, mi inspiración es sobre todo el arte, que me enloquece. Exposiciones, museos, conciertos, ballet, poesía o cualquier manifestación artística me generan curiosidad, estímulo, interés, entusiasmo… esa es mi gasolina», concluye.

 

 

 

 

 

 

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