«Megxit», el año bajo el foco de los Sussex tras su portazo a la Familia Real

A pesar de la renuncia a sus compromisos reales y su huida a California, su vida sigue generando un alto interés mediático

María Estévez

La contracción Megxit , fruto de «Meghan» y «Exit», para referirse a la salida del Príncipe Harry y Meghan Markle de la Familia Real británica, se convirtió este 2020 en una de las palabras del año, según el diccionario inglés Collins. Esta valoración da cuenta de la magnitud que adquirió el portazo de los Sussex, una noticia anunciada el pasado enero y que generó casi tantos titulares como el propio Brexit, el otro culebrón político que mantiene entretenido a Reino Unido.

Si los Sussex pensaban que con su salida del Reino Unido lograrían aplacar críticas y comentarios sobre su día a día se equivocaban. Durante los nueve meses posteriores a la materialización del Megxit en marzo, han continuado en el foco mediático y quizá, de algún modo tampoco se han esforzado en evitarlo.

Desde enero a marzo, cuando la pandemia no se había desatado en el mundo, los Sussex vivieron un periodo de transición entre Vancouver y Londres, donde Harry tuvo que participar en la Copa Mundial de la Liga de Rugby. Fue entonces cuando el hijo pequeño de Lady Di pronunció: «Quiero que me escuchen, que sepan el motivo tras esta decisión. Ha sido un reto y, tal vez, no lo hemos comunicado como deberíamos, pero no teníamos otra opción». La pareja protagonizó su primer acto público, tras el anuncio del Megxit, el 5 de marzo durante la entrega de los premios Endeavour. La expectación unida a la lluvia inclemente de aquel día les convirtió en dos estrellas de cine, más próximas a Hollywood que a una Familia Real.

En la llamada cumbre de Sandringham , la Reina Isabel II delimitó las líneas rojas, lo que podrían y no podrían hacer una vez se hiciese efectivo su adiós. Meghan no se amilanó y Harry firmó; conservarían el ducado de Sussex, pero ya no serían altezas reales, mantendrían su casa en Frogmore Cottage, pero a cambio deberían pagar las obras de rehabilitación, y no podrían usar la marca Sussex para fines comerciales, además, por supuesto, ellos estaban encargados de pagar de su bolsillo todos los servicios de seguridad que necesiten en el futuro. Desde entonces, los Sussex tienen agenda propia y un contrato con la agencia Harry Walker, la misma que representa a los Obama y a los Clinton, para dar conferencias por el mundo sobre temas que les preocupan como el racismo o la pobreza a cambio de suculentas sumas de dinero.

Casa en Montecito

Entre la pandemia y su mala relación con la familia política, Meghan ha tenido la oportunidad de asentarse en su nueva casa de Montecito, el enclave costero del condado de Santa Bárbara, a 140 kilómetros al noroeste de Los Ángeles con Harry y con Archie, disfrutando de sus vecinos.

Postal navideña

En un afán de celebrar en comunidad, Meghan ha regalado cestas navideñas a sus vecinas, incluida Oprah Winfrey, quien la mostró en Instagram. «Mi vecina M, sí esa M, me ha mandado una cesta para desmayarse», escribió la presentadora de televisión. A las pocas horas de la publicación de Oprah, la duquesa de Sussex anunció que había invertido personalmente en Clevr Blends, una empresa dirigida por mujeres que vende lattes saludables y que entrega el 1% de sus ganancias a programas de pobreza infantil.

Creando sus nuevas tradiciones, los Windsor californianos han enviado una postal navideña atípica donde aparecen los tres y sus perros muy sonrientes frente a las puertas de su casa en Montecito.

Netflix y Spotify

Dispuestos a levantar su propio imperio financiero, los Sussex modelan su camino a imagen de semejanza de los Obama, siguiendo sus pasos en la producción de programas educativos para Netflix, podcasts para Spotify y libros en los que integrarán sus ideas progresistas. Además, han creado Archewell, una fundación sin ánimo de lucro desde donde lanzarán todos sus proyectos creativos.

Además de por sus nuevos negocios, los Sussex han estado en boca de todos por varias polémicas. A finales de septiembre, Meghan apareció junto a su esposo en un especial de la revista «Time» pidiendo a sus conciudadanos que acudieran a las urnas. «Cada cuatro años nos dicen lo mismo, que esta es la elección más importante de nuestra vida. Pero esta sí lo es. Cuando votamos nuestros valores entran en acción y nuestras voces son escuchadas»... Unas palabras que muchos leyeron como un apoyo implícito a Joe Biden.

Este mes, y por sorpresa, Meghan confesaba en una carta abierta que había sufrido un aborto en julio. Un testimonio sorprendente donde revelaba el dolor de perder a su segundo hijo. «Es casi insoportable, un dolor del que pocos hablan. Mi marido y yo lo vivimos en una planta de hospital, con otras veinte mujeres que habian sufrido un aborto espontáneo. Un tema que sigue siendo tabú». Hoy, la familia recupera la alegría junto a Archie en su casa de Montecito deseando que el 2021 sea más liviano, para ellos y para el resto del planeta.

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