Leonardo Sbaraglia llega a Cannes de la mano de una serie española

El argentino, de 47 años, ha encontrado un equilibrio perfecto a ambos lados del Atlántico que le permite asumir nuevos desafíos profesionales

Lupe Piñeiro

Para el actor Leonardo Sbaraglia , el mes de abril se presentó lleno de alegrías y nuevos desafíos. El argentino, que estuvo de paso por Madrid los primeros días de abril y aún se encuentra en España, este año participa del primer certamen que Cannes realizará para series. La convocatoria es por su rol protagónico en « Félix» , una producción del cineasta catalán Cesc Gay que el icónico artista andino rodó a mediados de 2017 en España con los Pirineos como telón de fondo. El thriller narra la historia de un novelista que sigue las pistas de una enigmática mujer que desaparece misteriosamente. Es la primera vez que el mítico festival cinematográfico incorpora a las series y lo hace en una cita televisiva que comenzó el pasado 4 de abril y se extenderá hasta el próximo miércoles 11.

En diálogo con ABC, Sbaraglia se reconoce un enamorado de España , país al que sigue ligado, a pesar de que actualmente divide sus días entre Argentina, Uruguay y este país. Es que vivir con el corazón dividido entre dos orillas no es en absoluto un problema para él. El argentino, de 47 años, ha encontrado un equilibrio perfecto a ambos lados del Atlántico que le permite asumir nuevos desafíos profesionales en tierra ibérica, sin descuidar por ello el intenso trabajo que mantiene en su país. Televisión, cine, teatro y –ahora también- series son terrenos en los que se mueve con la versatilidad del camaleón.

El pasado 2017 le trajo al actor no pocas señales de que España valora enormemente su desempeño actoral: a mediados de noviembre, al argentino le fue otorgado el Premio Cineuropa en Santiago de Compostela por sus tres décadas de trayectoria y sus más de 50 películas y exactamente hace un año (en marzo) era galardonado con el Premio Málaga-SUR. El año pasado vivió durante seis meses en Barcelona, dando vida a «Félix», el personaje que hoy le lleva directo a Cannes.

Sbaraglia cuenta que cuando recibió en Galicia el reconocimiento a su carrera, lo hizo de la mano de la pequeña Julia, su hija de 12 años –fruto de su relación con la artista plástica Guadalupe Marín, de quien hoy se encuentra separado-. «Ya está en una edad en la que puede acompañarme más» , señala.

Las pasiones de Leonardo

Además de estos momentos icónicos de su carrera, otra de las pasiones que el actor transmite a Julia -nacida en Madrid en 2006, donde el actor vivió entre los años 2000 y 2008- es su enorme cariño por las tierras ibéricas. El argentino cuenta a ABC que «ella también tiene un gran amor por España» y agrega que en 2017 recorrieron juntos el país: «Cuando vino a visitarme, estuvimos en Barcelona, Valencia y Madrid». Para el intérprete esos viajes adquirieron un significado especial. «Uno siempre desea compartir aquello que quiere con sus seres más cercanos», explica.

Consultado acerca de si está considerando la posibilidad de volver a radicarse en España de manera definitiva, Sbaraglia señala: «Mientras que pueda estar yendo y viniendo entre ambos países, esta es la situación ideal, ya que todavía me lo puedo permitir».

Cuenta pendiente

Algo que no muchos saben sobre el argentino es que, a pesar de su extensa trayectoria que le llevó a integrar películas de gran alcance a nivel internacional como «Relatos Salvajes» o «Nieve Negra», Sbaraglia tenía una «espinita» clavada en su corazón que recién logró quitarse hace apenas unos años: terminar la escuela secundaria . A los 43, y con la ayuda del programa televisivo argentino «Pura Química», tomó el coraje necesario y dio la única materia que tenía pendiente para recibirse: química. «Apenas acabé el colegio, comencé a trabajar y tenía esa cuenta pendiente. No me considero ejemplo de nada, pero poder dar esa materia y cerrar esa etapa estuvo buenísimo», admite.

Por otra parte, Sbaraglia se muestra consternado por el escenario que actualmente atraviesa el cine del país que le vio nacer. «Hay una incógnita y la industria está en suspenso», advierte y sus ojos claros transmiten pena. A la vez que señala que «un 80% de los proyectos cinematográficos en Argentina no tienen financiación propia y hay una enorme preocupación por su futuro».

Si bien lamenta la situación de gran parte de sus colegas andinos, el intérprete sabe a ciencia cierta que de este lado del “charco” no dejan de presentárseles nuevos desafíos y oportunidades, como los que lo traen de vuelta a Madrid en unos días. Sus proyectos en este país llegan incluso hasta finales de 2018. De hecho, con mucho entusiasmo, adelanta a este medio que «hay planes de una gira por España con la obra teatral ‘El Territorio del Poder’ para la segunda mitad del año» y concluye con gran alegría: «Me siento cada vez más cerca de este país, que es mi segunda casa. Es una relación que sigue creciendo y me encanta que así sea».

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