Iman, sobre sus 24 años de matrimonio con Bowie: «Diferenciamos la persona del personaje»

Desde el fallecimiento de David Bowie, el pasado 10 de enero, su viuda, la modelo de origen somalí Iman Abdulmajid (60 años), sólo rompió su silencio en un par de ocasiones y a través de sus cuentas en Twitter e Instagram: «Amor y gratitud», publicó la primera vez para añadir, días después, «reza lo más duro cuando rezar sea lo más duro». Dos mensajes donde daba muestras de su dolor.

El pasado fin de semana, la mujer que estuvo casada con David Bowie durante 24 años ha dado las claves de su longevo, discreto y feliz matrimonio en una entrevista en el programa « Oprah: Where Are They Now?», en la que subrayó lo diferente que fue, de puertas adentro del hogar, David Robert Jones (auténtico nombre del músico) de David Bowie.

«Ambos entendíamos la diferencia entre la persona y el personaje», ha explicado Iman. «Cuando estábamos en casa, estábamos Iman y David. No éramos nada más». En cuanto a las claves para un matrimonio tan duradero como el suyo, la exmodelo lo achaca a la sincronización. «Tienes que estar en el momento adecuado de tu vida y estar preparado para una relación eterna, que se convierta en una prioridad en su vida», dijo. Y añadió: «Si tu carrera es una prioridad, no te cases ni tengas hijos. Yo sé que las mujeres queremos ser capaces de tenerlo todo, pero no podemos tenerlo todo al mismo tiempo. Por lo tanto, hay que priorizar lo que quieres en ese momento. A veces, ni siquiera se trata de casarte. ¿Por qué tienes que casarse?».

Bowie falleció el 10 de enero tras 18 meses de lucha secreta contra el cáncer. Desde entonces, su viuda ha mantenido un perfil bajo, sólo roto con los ya mencionados mensajes de dolor y otro más que recientemente subió a su cuenta en las redes sociales: «La vida no nos hace fáciles o indulgentes, nos hace más fuertes y más resistentes».

Hoy, su día a día no ha cambiado mucho con respecto al pasado junto a su desaparecido marido. Como empresaria cosmética, cada día acude a sus oficinas en Nueva York, donde trabaja hasta las tres de la tarde. A esa hora, regresa a casa con su familia. La exmodelo es tan celosa de su intimidad, que jamás ha dejado filmar ni tomar una foto en el interior de su domicilio. «Nunca he tenido ningún miembro de la prensa en mi casa. En su día Oprah [Winfrey] trató de fotografiar mi armario. Le dije: "Pero está en mi apartamento y nadie entra allí».