Falete posa para ABC en el madrileño Hotel Emperador
Falete posa para ABC en el madrileño Hotel Emperador - ISABEL PERMUY

Falete: «Los chistes sobre mí no me parecen ofensivos»

El tonadillero habla con ABC sobre su próxima función y su facilidad para reíse de él mismo

MADRID Actualizado: Guardar
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A sus 39 años, Falete tiene dos máximas en su vida: el respeto debe guiar cualquier conducta y nada hay más sano que reírse de uno mismo. Por eso, se carcajea a placer cuando recuerda aquello de «tienes más peligro que Falete en un bufé libre». Reconoce que es cierto: «La verdad es que tengo mucho peligro, no porque me lo vaya a comer todo, sino porque quiero probarlo todo. Puedo estar en un bufé tres horas. Además, lo ponen tan bonito y tan fácil...». Más allá de esta anécdota, puntualiza: «Lo que me he llegado a reír con esos chistes. Yo me río hasta de mi sombra. Todo lo que se diga o haga desde el respeto no tiene porqué ser feo ni ofensivo.

Yo quiero que tú rías conmigo, pero de mí no porque te mato... De mí me río yo. Tú ríete con mis cosas, mis barbaridades y mis chistes, pero de mí no».

Los próximos días 28, 29 y 30 de junio, volverá a Madrid para dar tres funciones únicas a las que ha llamado «Falete en el corazón», donde rendirá homenaje a todas las figuras que le han marcado, desde Nino Bravo, pasando por Rocío Jurado o Juan Gabriel. Justo esos días se celebrará la fiesta del World Pride Madrid, que este año viene con un marcado carácter mundial. «Qué mejor forma de celebrarlo que sobre un escenario, reivindicando la igualdad, que es algo que siempre habrá que hacer», cuenta.

Su padre, Falín Ojeda, componía el grupo Cantores de Híspalis. A él y a su madre, Isabel Rojas, les debe su filosofía de vida. «Mi padre me aportó el caminar por la vida sin miedo, tener seguridad y decisión propia sin temores en cualquier ámbito: el personal, en mi condición sexual, en mi día a día, en la escuela... Fue un padre ejemplar porque era muy moderno y siempre me enseñó lo que era el respeto», cuenta. «Mi madre es mi amante, mi amiga, mi alcahueta, mi confidente... pero sobre todo es mi madre. Ella también ha sido siempre muy moderna. Hay que tener en cuenta que cuando yo nací ella tenía 15 años y mi padre 17. No eran conservadores y eran muy sociables y adelantados a su tiempo», reconoce. Y añade: «Eso hoy en día se agradece, porque ahora ves familias más tradicionales y que no ven bien la homosexualidad y pienso en que lo tuve muy fácil».

¿Siempre supo que le gustaban los hombres? «Desde siempre. Con cinco o seis años hablaba con mis amigas y yo era como una más. Con niñas, hablaba de niños; y con niños, hablaba de niños. No era ninguna fiebre, era de verdad», dice entre risas. Precisamente por esa naturalidad que desde pequeño él y su entorno dieron a su condición sexual, nunca se sintió discriminado: «Muchas veces el éxito está en expresar lo que tú eres y como lo sientes. Además, ¿dónde está la diferencia?». ¿Qué les diría a todos aquellos que piensan que la homosexualidad es una enfermedad? «Que ellos también fueron jóvenes, que hicieron su vida y buscaron la felicidad. La libertad del ser humano reside en ser feliz y en que te dejen ser como tú quieres ser. Y que no se olvide ningún padre que los hijos nacemos de él y de ella, que la genética no se equivoca».

Al terminar la entrevista, Falete sale a la puerta del hotel para que le dé un poco el aire. Tiene cinco minutos antes de volver a entrar. Varios viandantes le piden una foto. Es un personaje muy mediático, precisamente por eso cree que su testimonio puede ayudar a mucha gente que no lo ha tenido tan fácil como él. «Mayte Martín, Miguel Poveda y yo hemos sido muy valientes de mostrarnos como somos en un género como el flamenco, que es muy machista», sentencia, antes de darle las gracias a un fan que le verá el próximo 28 de junio.

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