El cambio de fase más personal de Begoña Villacís
La vicealcaldesa de Madrid ha perdido mucho peso desde enero, aunque se ha hecho más visible durante la crisis sanitaria
Comer sano, hacer ejercicio en casa, salir a correr cuando la desescalada se lo ha permitido e ir detrás de su hija Inés , que hace unos días cumplió un año y ya ha comenzado a caminar. Estas son las causas a las que Begoña Villacís achaca el cambio físico que ha experimentado desde principios de año y que se ha hecho visible después del confinamiento.
Noticias relacionadas
Que la vicealcaldesa del Ayuntamiento de Madrid es muy aficionada al deporte no es ninguna novedad. Lleva diez años saliendo a correr, siempre que puede se escapa a pillar unas cuantas olas con su tabla de surf y, en su época universitaria, jugó mucho al fútbol. Unas rutinas de ejercicio que −con 42 años, tres hijas y siendo constante−, siguen dando sus frutos, como se pudo ver hace unas semanas, cuando asistió a la reapertura del estadio Vallehermoso de atletismo. Durante el acto, Villacís se levantó el camal del mono fluido que llevaba para enseñar unos esculpidos gemelos que más de uno al verlos puso cara de dolor al pensar que se le habían subido a causa de un calambre muscular.
Pero esta no es la única muestra del estado de plena forma de Villacís, ya que se han llegado a comparar sus tonificados brazos con los de la Reina Letizia . Por eso, en cuanto ha llegado el buen tiempo, no ha dudado en recurrir a camisetas y trajes sin mangas.
Un bronceado envidiable
Parece evidente que Villacís se ha tomado la desescalada como un punto de reinicio en su vida. Además del ejercicio físico, ha aprovechado la cuarentena para darle una vuelta a su armario. Ahora lleva prendas mucho más ceñidas a la cintura y, aunque su tono de piel es más oscuro que la media, ha reaparecido aún más morena. Dejando todos estos detalles a un lado, a la vicealcaldesa de Ciudadanos en Madrid se la nota más contenta y animada , y así lo han confirmado desde su entorno a este diario.
Todo se debe a que en los últimos meses Villacís ha estado más centrada en trabajar y en descansar cuando la Covid-19 se lo permitía. Y es que, cuando comenzó el estado de alarma, dejó a su marido desde hace 15 años, Antonio Suárez-Valdés y a sus tres hijas − Paula (15), Jimena (14) e Inés −, en su casa del centro de Madrid y ella se trasladó a un chalet que tienen a las afueras de la capital. Aunque no han trascendido las razones de su mudanza, todo parece indicar que quiso asegurarse de que no contagiaría a nadie de su familia mientras entraba y salía para hacer frente desde el Ayuntamiento a la crisis sanitaria.
Libre de la intendencia diaria que supone organizar una casa con dos adolescentes y una recién nacida −ha llegado a decir que su hija Inés está en la fase «mata mujeres» porque tiene que estar muy pendiente de ella− durante estos últimos meses. Villacís ha recuperado fuerzas después de una mala época. «Desde enero ha adelgazado entre ocho y diez kilos », dice una fuente de su entorno a ABC. Y añade: «Nadie sabe qué le ha pasado, pero ha tenido que ser algún problema personal. No creo que lleguemos a saberlo porque ella siempre ha sido muy reservada con sus cosas y ahora parece que está mejor. Lo importante es que se la ve mucho más animada y feliz». En este sentido, Villacís pertenece a la misma escuela que su colega y exlíder de Ciudadanos Albert Rivera : ha protegido tanto su vida privada que cuando se quedó embarazada de su tercera hija no se lo contó ni a su jefa de prensa.
Villacís parece haber parado para reiniciarse, centrándose más en ella misma tras una época complicada. De momento, se mantiene en forma gracias al ejercicio y la comida sana.
