Genoveva Casanova: «Estoy pendiente de los cambios que el Papa Francisco está haciendo para pedir la nulidad»

Acaba de llegar de México, su país de origen, donde ha permanecido durante dos semanas junto a su madre. A su regreso, Genoveva Casanova retomó su agenda social para oficiar como madrina en el 75 aniversario de Ron Brotán, en el Casino de Madrid, junto al cantante Carlos Baute. Mientras que el artista venezolano comentaba divertido que lleva más de dos meses intentando que su mujer se quede embarazada –«los dos lo estamos pasando genial, porque es una maravilla que nunca le duela la cabeza y siempre nos apetezca», decía–, Genoveva se enfrentaba a las preguntas de quienes querían saber en qué estado se encuentra su relación sentimental con José María Michavila, tras la información publicada en la revista «Corazón tve» en la que se hablaba de crisis.

«Estamos muy bien», aseguraba sin entrar en más detalles. La ex mujer de Cayetano Martínez de Irujo trata de preservar su intimidad y evita dar datos sobre la supuesta crisis, pero sí confesó que Michavila y ella no comparten techo (Genoveva sigue en un piso de alquiler con sus dos hijos) y que no tienen planes de boda.

Sobre las consultas que últimamente estaba realizando para solicitar la nulidad de su matrimonio con el conde de Salvatierra, Genoveva señaló que «estoy muy pendiente de todos los cambios que ha anunciado el Papa Francisco (se trabaja para que el proceso sea más rápido, sencillo y gratuito). Creo que mucha gente va a salir beneficiada, así que me parece una medida muy acertada. El Papa es un hombre impresionante», afirma. Ante las críticas que el Sumo Pontífice podría recibir de los sectores más conservadores de la Iglesia, la mexicana lo tiene muy claro: «Entre los amigos que tengo en el Opus Dei, los Legionarios de Cristo o los Jesuitas no he escuchado ninguna opinión negativa», asegura. Y confirma la opinión que tiene su exmarido de su intención de anular el matrimonio: «Cayetano no pone ningún problema».

Dice que se enteró por la prensa que Cayetano Alba tenía una familia de refugiados sirios en su finca de Sevilla y que la relación entre ambos es la justa y necesaria por el bien de sus hijos. «Parece que ya tenemos los asuntos solucionados», contesta a propósito de los cambios que el conde pretendía hacer con la pensión mensual. Pero sobre esto, al igual que sobre su relación actual, prefiere no entrar en más detalles.