Polémica por las mujeres en topless que cobran por fotos en Times Square

En los últimos meses en las calles que rodean Times Square en Nueva York, han aparecido mujeres que pasean semidesnudas, solo usando tangas y con los senos al descubiertos pintados con diferentes motivos. La mayoría de ellas se pintan los colores de la bandera estadounidense en sus pechos voluminosos y atraen la atención de turistas que le piden fotografiarse con ellas. Las chicas, que se hacen llamar «desnudas» (así, en español), piden a cambio un par de dólares y siguen con su paseo.

Esta práctica, aunque seduce a muchos turistas, ha molestado a los vecinos y autoridades de la zona, ya que consideran que ofrece una muy mala imagen de su ciudad.

Tras meses de enfrentamientos, el gobernador de Nueva York, Andrew Cuomo, y el alcalde de la ciudad, Bill de Blasio, por fin han logrado ponerse de acuerdo en un tema: creen que esta práctica no es buena para la ciudad.

Ambos se han pronunciado sobre la polémica esta semana, y con palabras muy parecidas han señalado que no debería permitirse y que buscarán la forma de erradicarla. Cuomo ha tildado la actividad de «ilegal», mientras que Blasio ha señalado que buscará «soluciones legislativas y de regulación».

Algunas asociaciones se han quejado de que la plaza es visitada por familias, con niños que desean fotografiarse con «Mickey» o con otros personajes, por lo que creen que las mujeres desnudas atentan contra la moral y las buenas costumbres.

Sin embargo, aunque moleste a los representantes, lo cierto es la práctica no es ilegal. Nueva York, según la revista «Time», ha protegido legalmente a las mujeres que hacen topless desde 1992, y nunca se ha presionado para que no se cobren propinas.

«La desnudez en topless que parece molestar tanto ahora es completamente legal», ha dicho a «Wall Street Journal» Ron Kuby, abogado especializado en derechos civiles. «También tiene la Primera Enmienda para poder pintarse el cuerpo. Si añades ir con los pechos al descubierto, también es legal. Así como pedir dinero. No tengo idea de lo que habla el gobernador», ha añadido.

Hace referencia a un caso de Rochester, Nueva York de 1992, cuya sentencia salió a favor del derechos de una mujer a estar con los pecos al aire en el Estado de Nueva York.