Sale a subasta una foto del duque de Windsor haciendo el saludo nazi en Alemania en 1937

Eduardo VIII, el rey más breve de la historia de Inglaterra, con solo 325 días en el trono antes de su abdicación por amor para casarse con la divorciada americana Wallis Simpson, sigue dando disgustos ultratumba a la familia real británica, de origen alemán, por sus posibles simpatías con el nazismo.

Hace unos días, el diario sensacionalista «The Sun» daba conocer una película de 17 segundos, custodiada en el archivo privado de la corona, en la que Eduardo aparecía ejecutando el saludo nazi al lado, entre otros, de su sobrina, la actual Isabel II, entonces de siete años. Ahora una casa de subastas, Morgan Evans & Co, va a sacar a la venta en Gales, el próximo día 30, una fotografía de Eduardo en la que el Duque de Windsor aparentemente saluda a la romana en una visita a unas minas de carbón en el Norte de Wesfalia.

Aparece acompañado por algunos uniformados nazis con esvástica al brazo.

La fotografía está tomada en 1937, en su controvertido viaje de dos semanas por la Alemania nazi, donde fue huésped del régimen, que utilizó la gira como una gran campaña de propaganda. Eduardo, que había abdicado hacía menos de un año, y ya esposa, la estadounidense Wallis Simpson, contravinieron la petición del nuevo rey, Jorge VI, de que mantuviesen un perfil bajo y hasta se entrevistaron con Hitler en Berchtesgaden. Mientras Wallis tomaba el té con Rudolf Hess, entonces el número dos del régimen, el Duque de Winsdor departía con el dictador alemán. A Hitler se le atribuye esta frase hablando de Eduardo:«Su abdicación fue una severa pérdida para nosotros. Si hubiese seguido todo habría sido muy diferente».

El exrey inglés y su mujer visitaron también a Goering en su finca de caza y estuvieron con Goebbels. Como excusa, los defensores de Eduardo han dicho que en la fotografía puede estar simplemente saludando y no haciendo el gesto nazi. Pero la reiteración de imágenes en las que parece que saluda a la romana no deja lugar a dudas para sus detractores, mayoría en Inglaterra, país que aún hoy se sonroja de aquel Rey (basta con recorrer las librerías y constatar que muestran más libros sobre Sarah Ferguson que sobre aquel controvertido monarca).

El precio de salida de la foto es bajo, entre 2.150 y 3.500 euros al cambio. La imagen pertenecía en origen al gerente de la mina. Luego pasó a un militar británico del cuerpo de Ingenieros y ha recorrido diversas manos. Su dueño actual asegura que es una mera casualidad que salga a puja justo cuando Eduardo ha vuelto a ser noticia por la película de «The Sun». Lo cierto es que cuesta creerle.

El Duque de Windsor (1879-1972) fue apartado durante la guerra como gobernador en las Bahamas y murió en el exilio en París, como un diletante social, detestado por los ingleses.