El edificio Millenium, a punto de perder a su inquilino más famoso

Una semana después de haber sido eliminado de la Champions y con la Liga ya en el Camp Nou, Carlo Ancelotti comienza a preparar las maletas. El italiano espera esa llamada del Real Madrid en la que le comunicarán su despido. ¿Qué opciones se le plantean ahora? ¿Volverá a Italia, se tomará un año sabático o le llegará la oferta de otro club?

De momento, no hay nada claro sobre su futuro, pero los más probable es que abandone su fabulo piso del edificio Millenium, situado en la confluencia de la calle Serrano con la Puerta de Alcalá. El aún entrenador del Real Madrid se mudó allí junto a su mujer, Mariann Barrena, el pasado año. Del resto de vecinos no se sabe nada.

Se ha publicado que Villar Mir (dueño de OHL) posee más de una de esas viviendas, junto con la familia Gervás (propietaria de Mahou), Alberto Cortina, el financiero venezolano Juan Carlos Escotet, presidente de Novagalicia... Pero lo cierto es que el único vecino confirmado hasta ahora era Ancelotti.

El edificio Millenium ha saltado recientemente a los titulares a raíz del litigio que mantienen los propietarios del inmueble con una sastrería situado justo en los bajos del edificio. Desde 2012, se suceden 15 procedimientos judiciales y 7 expedientes administrativos que obligan a mantener la piscina interior instalada en el ático (junto al spa y el gimnasio) llena de tierra, porque es ilegal, según una denuncia de los Guzmán, propietarios del negocio.

Estos sastres alquilaron el local comercial, en el número 2 de la calle Serrano -los bajos del Millenium-, en el año 2005. En ese momento pertenecía a Allianz. Después pasó a manos de Restaura, Ponte Gadea, para terminar siendo propiedad de Millenium Group, cuando comenzaron los problemas. Las dos partes se han ido haciendo la vida imposible mutuamente. Los hermanos Guzmán consiguieron que la constructora no les quitara una parte del local para construir un ascensor. Por su parte, Millenium hizo que les precintaran varias zonas de almacenaje de la tienda, así como impidieron que pudieran instalar aire acondicionado.