La baronesa Thyssen hace esperar a Givenchy durante veinte minutos

Hubert de Givenchy, el último gran «couturier» francés, tiene fama de gentil caballero. Este lunes, el mítico modisto de 87 años se vio obligado a hacer gala de su exquisita educación y esperó muy pacientemente durante veinte minutos la llegada de Carmen Cervera. La presentación de la exposición de Givenchy en el museo Thyssen no podía comenzar sin la presencia de la baronesa, por lo que el diseñador -que es conde y muy puntual- esperó sonriente sobre el escenario la llegada de su despistada anfitriona.

Tras los largos veinte minutos, la baronesa finalmente arribó a destino y explicó que se había retrasado debido a que su coche se había topado con dos accidentes de tráfico durante el trayecto entre su casa de La Moraleja y el museo Thyssen, donde este 22 de octubre se abrirán las puertas de la retrospectiva del gran Givenchy.

La baronesa no defraudó en su alocución y regaló un par de divertidas anécdotas como antigua clienta de «Monsieur» Givenchy. Tras la presentación, Tita admitió tener una importante colección de vestidos de alta costura e incluso haber «perdido» una creación del diseñador en un viaje a Sudamérica, donde le robaron una maleta. También reconoció que cuando era «jovencita» admiraba a la actriz Audrey Hepburn, musa del modisto.

Pese a la incómoda espera, Givenchy agradeció cariñosamente a la baronesa la oportunidad de poder celebrar esta retrospectiva de su obra en un museo como el Thyssen, así como en España, un país al que está muy unido gracias a su maestro y mentor, Cristóbal Balenciaga. «Era una propuesta única trabajar en esta exposición. El día de la inauguración también es un homenaje a todos los que han trabajado conmigo. La moda es parte del arte pero no siempre ha sido considerada así», explicó el diseñador, dando una lección de estilo.