«Quería dejar de depilarme las axilas y me hacía ilusión teñírmelas de rosa»

Los hombres pueden lucir su vello corporal sin problema alguno, mientras que si lo hacen las mujeres se considera feo e incluso antihigiénico. Por ejemplo, un hombre con pelo en el pecho resulta para muchas mujeres algo varonil, mientras que una mujer sin depilarse las piernas produce rechazo a mucha gente.

Sin embargo, cada vez son más las mujeres que dejan crecer su vello corporal para romper los cánones de belleza influenciados por la sociedad, y optan por adquirir el control completo de su cuerpo para hacer lo que quieran sin que nadie las critique. Algunas de ellas quieren ir más allá, y a raíz de una tendencia que surgió por una peluquera estadounidense, Roxie Hunt, muchas mujeres comenzaron a teñirse las axilas de colores llamativos

. Roxie Hunt comenzó compartiendo en su blog una foto con las axilas de colores y la convirtió en viral bajo el hashtag #DyedPits (axilas coloreadas).

Mucha gente comenzó a cuestionar y criticar esta tendencia, pero #DyedPits cobró fuerza cuando muchas celebrities empezaron a colorearse el vello de sus axilas, como es el caso de la cantante Miley Cyrus. Las famosas declaran así que tienen el derecho al uso de su cuerpo sin tener miedo de las críticas, y publican fotos en sus redes sociales orgullosas de sus axilas.

«La gente me dice que estoy loca»

Esta tendencia también ha llegado a España. María García Sala, una estudiante de Bellas Artes de 23 años, es una de las muchas mujeres que ha perdido el miedo al qué dirán, y ha decidido dejar de depilarse las axilas y teñirlas de colores llamativos.

«Cuando era muy pequeña tenía mucho complejo con la depilación, incluso tenía pesadillas en las que salía sin depilar a la calle» comenta María García. Hace seis meses comenzó a pensar que «ese complejo era absurdo», por lo que decidió dejar de depilarse. El detonante para empezar a teñirse las axilas fue un vídeo de un youtuber, Kevin Qué bien, en el que hablaba sobre la gente que deja a un lado la depilación y opta por los colores llamativos, así que pensó «Venga va, me lo hago», y así fue.

María se tiñe el pelo de la cabeza de rubio, y no le importa colorear cada 15 días la raíces y a la vez el vello de las axilas. Primero usa un decolorante que deja el pelo blanco, y después añade un tinte rosa en crema y lo deja actuar toda la noche.

La primera vez que se coloreó las axilas fue a la universidad sin comentarlo con nadie, y «fue un revuelo». «A mi grupo de amigos en particular le encantó, fue genial. Luego me he encontrado a algunas personas, sobre todo chicos, aunque son la gran minoría, que les da cosa y no pueden verlo, aunque luego ya se acostumbran» comenta la estudiante de Bellas Artes.

Con el tiempo María empezó a subir fotos a Facebook y la gente empezó a preguntar, incluso amigos de amigos quieren ver fotos de ella mostrándo sus axilas rosas. «Todo el mundo me ha aceptado bien, no me he encontrado a nadie que me haya insultado ni que me haya dicho nada malo, todo lo contrario. La gente me dice que estoy loca, pero les hace gracia», explica.

María comenta que lo ha hecho por un motivo:«Quería dejar de depilarme las axilas y me hacía ilusión teñirmelas de rosa. Me gustan mucho los colores y me apetecía hacer esa locura». «No tengo pareja actualmente, pero nunca he tenido ningún problema con respecto a este tema», aclara.

María José Maroto, especialista en medicia estética de la Clínica Medicina Integrativa, comenta que colorearse las axilas no es nocivo en esa zona del cuerpo, aunque depende del tipo de pelo y del tinte. «Gente con dermatitis atópica o reactiva a cremas y champús puede tener reacciones alérgicas. El tinte reacciona como en el pelo de la cabeza, no es malo. Si se cambian los colores o mezclan tintes con mucho amoniáco, pueden salir pequeñas inflamaciones o granitos, pero nada más», aclara la especialista.

«Ama tus pelitos»

Rocío Salazar, ilustradora infantil y juvenil, comenzó hace un año a dibujar viñetas en las que aparecen mujeres sin depilarse, para concienciar a las mujeres de que hay que reclamar el propio cuerpo, bajo lemas como «Ama tus pelitos». Empezó este proyecto para desahogarse, ya que se sentía obligada a depilarse y a sus 30 años se percató de que estaba doblegada a las exigencias sociales, por lo que dejó de hacer algo que le costaba dinero y le producía dolor.

«Hay muchas chicas que se sienten forzadas a depilarse. Me gustaría que la gente pensara como yo, para que no nos digan lo que tenemos que hacer y para que las chicas que alguna vez se lo han planteado, tomen conciencia y se adueñen de su cuerpo»

Rocío Salazar ha conseguido liberarse y enfundarse en unos shorts sin haberse depilado las piernas y que nadie la mire de manera extraña, por lo que con esto quiere hacer ver a las mujeres que no pasa nada, y que se puede expresar un estilo diferente dejando a un lado la depilación.