Claves para que tu bebé duerma de un tirón toda la noche
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Claves para que tu bebé duerma de un tirón toda la noche

Si llevas a cabo estas cinco máximas, ni tú ni tu bebé volveréis a pasar malas noches sin motivo

MªSantos J. cabrera
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Si llevas a cabo estas cinco máximas, ni tú ni tu bebé volveréis a pasar malas noches sin motivo

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  1. Consuelo inmediato, dormir cerquita de mamá

    Hay diversos métodos para enseñar a un bebé a dormir toda la noche, pero las estrategias varían dependiendo de la edad de tu pequeño. Eso sí, si conseguimos enseñarles a relajarse aportándoles seguridad cuando son bebés, lograremos que se conviertan en niños seguros e independientes que duermen toda la noche en su habitación sin ningún problema y no necesitan ni a mamá ni a ningún peluche ni a nada externo para dormir solitos. Es más, te pedirán tener ese espacio personal que les pertenece solo a ellos.

    En los primeros meses duermen mucho así que lo importante es aprovechar ese momento para crear buenos hábitos de sueño en tu recién nacido.

    Consuelo inmediato, dormir cerquita de mamá

    Según los expertos, alrededor de los 4 a los 6 meses, la mayoría de los bebés son físicamente capaces de dormir entre 8 y 12 horas seguidas. Ya no necesitan alimentarse por la noche y podrían, si quieren, dormir de un tirón. Hay bebés que así lo hacen y a partir de esos meses duermen como angelitos. Pero hay otros que no y suelen ser la gran mayoría. No es que estos tengan hambre o quieran fastidiar a sus padres. Simplemente es un instinto de supervivencia. Como buenos primates que somos, en los primeros meses de vida necesitamos de nuestra madre para sobrevivir y estar cerca de ella es fundamental a la hora de seguir vivos (así es en el mundo animal). Por eso si se despiertan en mitad de la noche y no logran vernos, olernos y sentirnos lloran despavoridos. Pues bien, esto también tiene fácil solución, a la cama con mamá o al menos cerquita de ella. Ya depende del estilo de vida que llevéis y lo que prefiráis pero hoy día hay multitud de opciones para que el bebé este cerquita de mamá y los dos puedan descansar mucho mejor. El colecho es una de las opciones más recomendables cuando son pequeños. Está demostrado que ellos y mamá duermen más y mejor. Y si le estás dando el pecho, la mayoría comen calladitos y mamá ni se entera. Otra opción bastante buena es usar una cuna sidecar. La pegas a tu lado de la cama, que te vea si se despierta y verás como con tocarle la carita y lanzarle una sonrisa, vuelve a relajarse y sigue durmiendo. Puede parecer una lata pero si lo hacemos bien en estos momentos, conseguiremos que el bebé sea mucho más tranquilo y seguro y decida empezar a separarse de mamá mucho antes que el resto.

  2. Rutina para dormir, que sepan cuál es la noche y el día

    Establece una rutina tanto para la siesta como para conciliar el sueño por la noche. Debes mantener unos horarios similares al menos entre semana. Tampoco hay que estar mirando el reloj agobiado y sentir que es pecado mortal pasarse dos minutos a la hora de la siesta. Piensa que son como nosotros pero más pequeños. Habrá días que estén más estresados, otros más tranquilos, otros más alegres… y no hace falta ser tan estricto. Lo bueno es, por ejemplo, hacia la misma hora cada tarde, dale un baño, léele un libro o cántale una canción de cuna, dale de comer y luego lo acuestas. Si toma el pecho después del baño, intenta que no se quede dormido en él porque te puede pasar que empiece a asociar el pecho con el sueño. Es cierto que cuando son muy pequeños es difícil pero puedes probar a cantarle, hablarle y tocarle la planta de los piececitos mientras come. Luego lo dejas en la cuna, bien arrulladito y que termine de relajarse y dormirse solito. Para seguir con la misma rutina trata también de levantarlo por la mañana a la misma hora más o menos y ponlo a dormir la siesta a las mismas horas cada día. Si come de noche, haz que la alimentación nocturna sea tranquila (no enciendas luces ni le hables en exceso) y que la alimentación diurna sea social y así irá reconociendo la noche y el día.

  3. Los arrullos, grandes aliados del sueño

    Los bebés vienen de estar muy apretaditos en la barriga y necesitan sentirse envueltos y en contacto todo el tiempo para estar tranquilos y conseguir la seguridad que tenían en la barrigota de mamá. Un gran aliado, son los conocidos arrullos. Durante las seis o siete primeras semanas, puedes envolver al bebé apretadito con una mantita para que se sienta más cómodo y seguro. Hay mil formas de envolverlos, algunas muy originales y todas muy efectivas. Le servirán para sentirse tranquilo y conciliar el sueño.

  4. Necesidades básicas cubiertas toda la noche

    Puede parecer una tontería pero no lo es. Un bebé hambriento o con el pañal sucio no logrará dormir en toda la noche. Para que no nos pase esto podemos asegurarnos de que en la última comida del día se quedan saciados. Puedes probar a dar una papilla de cereales antes de dormir o echar algunas cucharaditas de cereales al biberón de la cena. Eso sí, ten a mano su botellita de agua, que si te pasas con los cereales, tendrán sed y necesitarán beber.

    Asegúrate también que tengan su culito seco y limpio. Lo mejor es usar por la noche una buena marca de pañal para que no se produzcan escapes y aguante seco y limpio toda la noche. Los bebés que toman el pecho están muy hidratados y por tanto, orinan mucho así que revisar su pañal antes de ir a la cama y cambiarselo justo antes de que se duerma es muy buena idea.

  5. Ni frío, ni calor

    Los padres nos agobiamos con la idea de que los niños pasen frío en invierno y calor en verano y a veces esto lleva a que los abriguemos en exceso o los dejemos demasiado destapados. Parece algo básico pero si el bebé suda o pasa frío se despertará y no logrará volver a conciliar el sueño.

    Una forma muy efectiva y eficaz es ponerles igual que tu vayas. Si tu duermes con solo una manga larga y el nordico y te sientes bien, ellos seguramente igual. No uses mantas muy pesadas que lo puedan incomodar y para refrescarlos tampoco dejes aparatos de ventilación encendidos. Intenta mantener la habitación con un buen clima y asegurarás su descanso y el tuyo.

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