Podemos expulsa definitivamente a los cuatro díscolos de Álava

La Comisión de Garantías estatal de Podemos ratificó ayer por unanimidad la expulsión definitiva de los cuatro junteros alaveses que se mostraron críticos con la línea oficial del partido. La formación morada decidió poner fin por la vía rápida al conflicto después de seis meses de disputas internas derivadas de las «diferentes formas de entender la organización, el trabajo y las dinámicas diarias». De esta forma, los procuradores Koldo Martín, Daniel Trujillano, Juanjo Celorio y Javier Bizarro dejarán de representar al partido, aunque ahora la Mesa de las Juntas Generales de la provincia deberá decidir el próximo martes si los echa de la Cámara.

La crisis se gestó el pasado diciembre, cuando los cuatro implicados y una quinta juntera que se encontraba de baja laboral votaron en contra de los presupuestos forales de 2017.

Desobedecieron así la orden del partido, que había apostado por la abstención. Trujillano destacó entonces que tanto él como sus compañeros actuaron «en coherencia» con lo que acordó la mayoría del grupo, y acusó a los tres integrantes del sector oficial de «haber roto» la disciplina.

Las disputas internas fueron más allá de los simples roces del día a día. De hecho, a Martín la formación morada también le acusó de no haber justificado el cobro de 4.000 euros en dietas y de realizar gastos fuera de la actividad parlamentaria sin estar aprobados por el órgano competente. «Queda probado que su actuación no ha sido acorde con los interesantes del partido al que ha representado hasta la fecha», subrayó el partido de Nagua Alba.

Reglamento «confuso»

A pesar de la decisión final de Podemos, la última palabra la tiene la Mesa de las Juntas Generales de Álava, que a priori decidirá el próximo martes si expulsa a o no a los procuradores de su grupo. Fuentes de la institución han informado a Efe de que el reglamento es «confuso» en este sentido, pues solo recoge la posibilidad de echar a un miembro, no a varios, como es el caso. La formación morada, por su parte, sostiene que los cuatro implicados «no pueden seguir representando a las siglas por las que fueron elegidos», por lo que deberán entregar sus actas de junteros tal y como reza su Código Ético.