El exministro principal de Escocia, Alex Salmond, con el presidente del PNV, Andoni Ortuzar
El exministro principal de Escocia, Alex Salmond, con el presidente del PNV, Andoni Ortuzar - EFE

La mayoría de los vascos rechaza la independencia pese a un leve repunte de partidarios

El último sociómetro revela que solo el 2% señala a «los presos» de ETA como uno de los principales problemas

BILBAO Actualizado: Guardar
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La mayoría de los vascos rechaza la independencia pese a un leve avance del bloque de partidarios. Es el principal titular que deja el sociómetro que elabora el Gobierno vasco, a través de su gabinete de prospección sociológica, del que este miércoles ha difundido la última edición de esta legislatura bajo el título «La sociedad vasca ante el futuro».

Tras una acusada caída desde 2014, el apoyo a la independencia repuntó ligeramente entre mayo y junio de este 2016 en comparación con el anterior estudio, del mes de febrero, al pasar del 19 al 23% aquellas que se muestran «de acuerdo con la secesión». Tras alcanzar su tope, el 30%, hace dos años, se había desplomado once puntos hasta que ha vuelto a subir levemente.

En paralelo, también desciende, dos puntos, el porcentaje de quienes se manfiestan en desacuerdo con la ruptura con el Estado: pasan del 38 al 36%, pero se mantienen, con holgura, como la opción mayoritaria, y aún en los niveles más altos de la serie desde 1998. Además, bajan igualmente quienes podrían llegar a apoyar la independencia según las circunstancias: del 30 al 27%, con otro ajuste leve de tres puntos. En una línea similar, quienes no se pronuncian avanzan del 12 al 14%.

Tampoco hay grandes cambios en lo que se denomina «»eje vasco-español»: se imponen quienes dicen sentirse predominantemente vascos, un 44% (igual que en febrero) a quienes se declaran tan vascos como españoles, un 33% (baja tres puntos), mientras suben del 11 al 14% quienes no se posicionan, y siguen en el 8% los predominantemente españoles.

El empleo, el gran problema

Entre otras cuestiones, el sociómetro pregunta por los principales problemas del País Vasco, y los ligados al mercado de trabajo se imponen de forma abrumadora: los señala el 80%. De forma significativa, el apartado «Situación política, políticos y conflicto político», aunque en tercer lugar, solo acapara el 13%, y muy rezagado, con el 2%, aparecen «Violencia, terrorismo, presos y proceso de paz».

En la misma línea, preguntados por los retos de futuro, la denominada «consolidación de la paz y la convivencia» solo acapara el 7%, frente al 64% de vascos que apuntan al desempleo como principal desafío. Ese 7% es el mismo valor que presentan «la relación de Euskadi con España» o «la recuperación del euskera». O lo que es lo mismo, el grueso de la llamada «agenda vasca» que propugna el PNV y el Gobierno autonómico al que sustenta.

Además, un 37% desea un cambio total en la vida política vasca por un 43% que aboga por modificaciones más moderadas y un 13% de inmovilistas. En el caso de la política del conjunto de España, la diferencia es sustancial: un 72% aboga por un vuelco total, ante un 20% que pide ciertos cambios y solo un 3% que no es partidario de tocar nada.

El PNV (4,6) es el partido que despierta más simpatías, seguido de Podemos (3,7), Bildu (3,4), IU (3,2) y PSE (3,1). Cierran UPyD (1,7) y PP (1,4). Un 51% de los encuestados asegura que no se siente próximo a ningún partido político. La gestión del Gobierno vasco obtiene un 5,5 sobre 10.

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