Cazan 'in fraganti' al alunicero hijo de la Tata y el Piojo con su banda al ir a cometer un robo
Miguelito, que es como se le conoce, tiene 18 años y como 'referentes' a dos de los delincuentes comunes más expertos de España. También han sido detenidos en Madrid siete compinches, entre ellos, su tío, el Tato
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Se llama Miguelito. Al menos, así se le conoce en los ambientes delincuenciales de Madrid. Pero de casta le viene al galgo: es hijo de Jetzabel Herrero Pernía, la delincuente conocida como 'la Tata', y que estuvo emparejada con Miguel Bocero Vargas y Jonathan Moñiz Alcaide, alias 'el Piojo'. Este último es el más famoso de los aluniceros y butroneros actuales, sobre todo tras protagonizar en 2020 una fuga, con su hermano Miguel Ángel, 'el Negro', de la cárcel de Valdemoro. Estuvo dos meses huido hasta que por fin fue cazado, en febrero de 2021.
Ahora, es a Miguelito (realmente, es hijastro del Piojo, pues se crio con él, pese a no ser su padre biológico), quien ha caído de nuevo. Con tan solo 19 años recién cumplidos, ha sido cazado 'in fraganti' con otros siete delincuentes, incluido su tío, Jonathan Herrero Pernía, 'el Tato', cuando robaban un coche en Usera para utilizarlo, presuntamente, en un alunizaje.
Afortunadamente, esa noche, la del pasado domingo, a las 00.15, una patrulla de la Policía Nacional pasaba por la zona y les sorprendieron en pleno intento de robo.
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Los agentes observaron que el Opel que manipulaban tenía las placas colocadas de manera extraña. Pasaron esos datos por la malla policial y comprobaron que el dueño de la verdadera se encontraba tranquilamente en su casa y con su coche aparcado donde lo había dejado. Las matrículas habían sido 'dobladas' y pegadas, literalmente, por la parte posterior.
La banda de Miguelito fue arrestada al completo. Llevaban un inhibidor de frecuencia (que el cabecilla estaba manipulando en el momento de la detención), picos, mazas, cizallas, destornilladores, guantes, y hasta dos bloques de motor que tenían en una furgoneta, allí mismo.
Miguelito, la Tata y el Tato ya fueron apresados en la primavera de 2022, hace justo un año. Jetzabel acudió al Grume a recoger a su hijo, entonces aún menor de edad, que había sido detenido con familiares de ella por conformar un grupo criminal dedicado, cómo no, a los robos.
El primer golpe de los que se les acusaba entonces tuvo lugar a finales de octubre de 2021, en una empresa editorial de Fuenlabrada. En este caso, dos personas a cara descubierta entraron en el local y consiguieron sustraer al descuido unos 330 euros de la caja de caudales, abandonando el lugar acto seguido.
Asalto a la clínica Cemtro
Meses después, ya en febrero de 2022, los involucrados volvieron a actuar en un colegio infantil privado de Arturo Soria (Ciudad Lineal). Tras acceder a las instalaciones del centro, lograban pasar desapercibidos entre el personal docente y sustrajeron las llaves, dinero en efectivo, 33 ordenadores y 28 tabletas . y abundante material electrónico, todo ello valorado aproximadamente en 30.000 euros.
Por último, a comienzos de marzo, en este caso en el distrito de Fuencarral-El Pardo, los arrestados volvieron a actuar, esta vez en la clínica Cemtro, donde consiguieron introducirse en un despacho y sustraer dos cajas fuertes de su interior que contenían un total de 40.000 euros.
«Me encanta lo prohibido»
Con una lista de 40 detenciones a sus espaldas (todos los encartados ahora suman más de 70), pesaban sobre ella en 2020 hasta seis órdenes de detención y personación en los juzgados, y una séptima de ingreso en prisión. «Me encanta lo prohibido, me gusta el peligro» , se define Jetzabel en su muro de Facebook.
También dice ser una aficionada a las películas románticas —«Titanic» y «A tres metros sobre el cielo», entre otras— y a la adrenalítica saga de «Fast and Furious», perfecto símil de lo que en su día fue su modo de vida.
