¿Y quién me paga a mí la multa?

«Alta polución. Prohibido aparcar». Ese fue el mensaje con el que se encontraron ayer todos aquellos que pretendían cumplir con su obligación de sacar un tique en el parquímetro para poder aparcar. La prohibición, que se hizo efectiva a las seis de la mañana, pilló a la mayoría de los conductores por sorpresa. Muchos de ellos se afanaron inútilmente en pulsar los botones esperando que se tratara de un error momentáneo. Sin embargo, las largas hileras de aparcamientos en zona Azul –el 80 por ciento no se ocuparon– indicaba que algo extraño ocurría para ser viernes.

«¿Esto no funciona?», preguntaba Rosa Landa en voz alta en plena calle Claudio Coello cuando se disponía a sacar el tique para estacionar su vehículo.

«¿Cómo que no se puede aparcar?», preguntaba desconcertada a una viandante sin que supiera responderle. «No puede tomarse una medida así con tan poco tiempo para informar a la gente. Muchos vamos a ser multados por puro desconocimiento», opinaba Rosa. «¿Y ahora qué hago con el coche? Lo tengo que meter a un parking público sí o sí», se respondía a sí misma. La mayoría de los aparcamientos públicos no llegaron a colgar el cartel de «completo» por la mañana.

Por desconocimiento, por necesidad o por «rebeldía», quienes ayer aparcaron su coche en la zona del Servicio de Estacionamiento Regulado (SER) se enfrentaron a una posible multa de 90 euros. Muchos se encontraron la sanción bajo el limpiaparabrisas. Antonio de Diego, un albañil que estaba haciendo una reforma en una vivienda de la Milla de Oro, se encontró una de ellas. «Cuando he llegado por la mañana había más coches al lado», decía sorprendido al ver su pequeña furgoneta sola en mitad de la calle.

Incomprensión y dudas

«No tenía ni idea de que hoy no se podía aparcar. He ido al parquímetro y estaba roto y ahora tengo una multa no anulable», decía indignado. «Yo tengo que trabajar, traer sacos de cemento, maquinaria... ¿Qué hago? ¿Meterme a un parking subterráneo y hacer diez viajes?», seguía preguntando. «¿Y quién me paga a mi la multa? ¿El cliente?», concluyó con cierta resignación.

Ante estos hechos, numerosas asociaciones de automovilistas instaron ayer al Ayuntamiento de Madrid a que retire las multas a los conductores. El Real Automóvil Club de España (RACE) tildó de «mala coordinación» y «falta de información» la actuación del Ayuntamiento tras activar las restricciones de tráfico por la noche.

«Esta falta de información ha provocado que muchos usuarios no hayan tenido tiempo para buscar alternativas en sus obligaciones laborales, o de buscar soluciones al desplazamiento», expresaron en un comunicado. Por su parte, el Comisariado Europeo del Automóvil solicitó al Consistorio que adoptara medidas con urgencia para reforzar el transporte público y la gratuidad del mismo. Asimismo, el presidente de Automovilistas Europeos Asociados (AEA), Mario Arnaldo, manifestó que las medidas «no han sido eficaces» e instó al Consistorio a hacer una mayor «labor pedagógica».

La alcaldesa informó ayer de que los 1.100 agentes del SER tienen la orden de «ser sensibles» al uso de los aparcamientos en zonas cercanas a hospitales. Además, el Área de Movilidad y Medio Ambiente aseguró que revisará las multas que sean reclamadas ante la «excepcionalidad» de la situación por la alta contaminación.