El equipo de Gobierno de Carmena transmite «todo su apoyo, cariño y abrazos a Maestre»

«El equipo de gobierno transmite su apoyo, cariño y abrazo a Rita Maestre». Así ha empezado la rueda de Prensa del Ayuntamiento de Madrid, gobernado por Manuela Carmena, el segundo teniente de alcalde, Nacho Murgui. Aludía así a la portavoz, que lleva toda la jornada en el Juzgado de lo Penal número 6, por el asalto y desnudo a la capilla de la Universidad Complutense de Madrid, ocurrido en 2011.

Por ese hecho, en el que, junto a otras personas, se desnudó de cintura para arriba, se le acusa de un presunto delito contra los sentimientos religiosos. Interrogado por la postura del gobierno local en caso de que Maestre resulte condenada, Murgui ha respondido, lacónico, «eso es algo que debe decidir la portavoz».

Las preguntas de los medios de comunicación tras la Junta de Gobierno de todos los jueves se centraron también en las palabras del concejal de Seguridad, Salud y Emergencias Javier Barbero, tras las protesta de la policial municipal por el desmantelamiento de las UCS. En ella, acabó refugiándose en un bar, junto al director general del Cuerpo, Andrés Serrano, tras ser perseguido por 200 agentes unos 400 metros.

«No oí que les llamara fascistas»

Ese día, el concejal dijo que lo sucedido le recordaba a actuaciones de «grupos fascistas», que no era un escrache, ya que fue un ataque a una personas que representa a una institución, además de anunciar que iba a abrir una investigación para determinar si los insultos recibidos incitan al odio». Murgui se ha desmarcado de la pregunta de si compartía las declaraciones de fascistas vertidas por su compañero: «No las he escuchado», ha aseverado. No obstante, ha añadido: «Es obvio que la protesta rebasó todos los límites, se convirtió en una manifestación que cortó la calle y hubiera requerido una intervención».

Además, el segundo teniente de alcalde ha reconocido que la convocatoria era laboral pero que las actitudes que se pusieron de manifiesto y las consignas que se gritaron, como «perro flautas y rojos de mierda» y la agresividad no es solo que politicen la protesta sino que rebajan el nivel y le restan legitimidad. No encajan ni se enmarcan en un marco cívico y democrático. «El malestar no lo han causado las declaraciones de Barbero, sino todo lo expuesto, y algunos sindicatos policiales han reprobado la actuación de sus compañeros».

Por último, Murgui ha tachado de inadecuadas las manfiestaciones del ministro del Interior, Jorge Fernández Díaz, al aludir a que «probar el sabor de tu propia medicina a veces es lo mejor para no hacer determinadas cosas». «Que un ministro de Interior, que se supone que es el máximo responsable de garantizar el ejercicio de los derechos de los ciudadanos y de protegerlos haga esas declaraciones... No hace falta incidir, él se ha puesto en su lugar», ha zanjado.