Nuestra Señora de Guadalupe: El pluralismo de la iglesia
Treinta comunidades, de niños y de adultos, alientan el día a día de este singular templo
Una bocanada de frío madrileño se coló nada más abrir la puerta de acceso al templo desde la sacristía. El calor previo de la cripta circular, con un mural evocador de la cultura del encuentro, hispanidad que ya no se sabe dónde está, y estaba, dio paso a la austeridad ornamental de la Iglesia de Nuestra Señora de Guadalupe , en la calle Puerto Rico, 1 . Ya dentro, sobre el presbiterio en ese círculo de la vida, que es la comunidad, relación y sentido, el calor de los colores, explosión de luces, matices de belleza, estética, efectos de la pluralidad que es la Iglesia .
El padre Fernando Artigas , misionero del Espíritu Santo, párroco del tiempo que es superior al espacio, misionero de nombre y de práctica, comenta las sensaciones que tiene quien preside la eucaristía en medio de esa plaza de la experiencia cristiana. «Cada hora, cada momento del año, cada tiempo litúrgico , sientes que estás en un templo distinto. Son los efectos de las vidrieras», apunta el P. Fernando, que vive en comunidad con los religiosos Giancarlo Tomao Gordon , Gonzalo Martínez Benítez , Manuel Rubín de Celis y Oziel León Rodríguez .
Este templo de singular arquitectura es obra de los arquitectos Enrique de la Mora y Palomar , ayudado por Salvador López Peimbert y con los cálculos estructurales de Félix Candela . Se inició la construcción en 1963 y concluyó en 1967. De planta octogonal, el basamento y la estructura encierra un simbolismo de ocho paraboloides hiperbólicas, números, tres, cuatro, la Trinidad y los Evangelistas, pongamos. Recibe al viandante una cruz de hierro forjado, símbolo, marca, de los Misioneros del Espíritu Santo, titulares de la parroquia, cruz, humanidad que está sustentada en la misericordia de Dios.
Pero la parroquia es comunidad de vida, y tal y como la define su párroco, «participativa y celebrativa, comunitaria, corresponsable y comprometida». Así, todo seguido. Vayamos desgranando lo conceptos para preparar la celebración de la fiesta titular el próximo día 12, que a las 12 celebra el colorido humano de quienes honran a la Virgen Morena . La idea del sacerdocio común del pueblo de Dios está presente en esta forma de entender las relaciones. Un modelo de comunidad de comunidades, volcada en la propuesta de procesos, no de actos aislados, ni solo mera práctica devocional. El proceso comienza en el Génesis, denominación de la pastoral infantil, continúa en el Éxodo, pastoral de adolescentes , pasa por la pastoral juvenil hasta llegar a las comunidades de Adultos, que es una de las claves más singulares de esta realidad de Iglesia. Treinta comunidades, de una docena de miembros cada una, con sus fisonomía, acompañadas en el itinerario de vida por un misionero.
El compromiso en la acción social es clave. Una acción social volcada hacia el exterior a través de una ONG propia «Dignidad y solidaridad», que apoya a pequeños proyectos en África y en América, y hacia dentro colaborando con una veintena de ONG el Grupo de Acción Social (GAS), que trabaja durante todo el curso en concienciar de la necesidad de salir a su encuentro. Algunas de sus actividades durante este curso han sido, por ejemplo, la exposición «Expo-Arte-GAS», el Proyecto «Bokatas».
El GAS «coordina la ayuda de Atención Primaria así como la aportación económica que la parroquia destina anualmente a varias asociaciones con las se colabora desde varios años atrás», según se lee en una magnífica página web de la parroquia. También hay una activo servicio de Asistencia social y de Empleo (SPE).
Valor añadido es lo que se denomina el Área de separados y divorciados, una iniciativa que lleva funcionando desde hace treinta años, que se reúne dos jueves cada mes y que está en el centro de la preocupación del Papa Francisco . Y otra de las singularidades es el servicio de escucha activa, asesoramiento y acompañamiento (counseling), un «método sencillo y práctico de subsanación y/o aminoramiento de problemas por medio del uso de la palabra y la escucha consciente», según se lee en un sencillo folleto . La vida litúrgica, con sus equipos de animación y las oraciones al ritmo del Espíritu y las denominadas oraciones temáticas, la última sobre la violencia de género, son pinceladas de genialidad que conforman ese mosaico del Espíritu en medio de un barrio que también es frontera.
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