«No» de comercios y vecinos a los urinarios en Centro que favorecen el botellón

La posible aprobación, hoy, de la «apertura urgente» de urinarios públicos en el distrito Centro ha encendido las alarmas entre comerciantes y vecinos porque, a su juicio, «lejos, generalmente, de que se usen adecuadamente van a favorecer el consumo de alcohol en la vía pública y el botellón», aseguran desde la plataforma vecinal «Madrid en condiciones». En los locales comerciales se tiene la misma sensación.

Y es que, hoy jueves, la Junta Municipal del distrito Centro lleva ala pleno una proposición del Grupo Socialista que pide al Gobierno de Manuela Carmena la «apertura urgente» de los urinarios públicos existentes en el distrito «que se encuentran cerrados».

El PSOE propone, además, la elaboración de un estudio técnico sobre la posibibilidad de ubicación de urinarios públicos en otras instalaciones y zonas de la ciudad.

Por ejemplo, Metro y aparcamientos subterráneos.

Desde la misma plataforma vecinal _nacida hace pocas semanas para protestar por la acumulación de basura y suciedad, tal y como adelantó ABC_, consideran que «lo que tiene que hacer el Ayuntamiento es preocuparse por perseguir el botellón y, en general, el consumo de alcohol en la vía pública. Existe una ley autonómica muy clara que lo prohíbe y lo sanciona», señalan.

No es estar en contra de los retretes públicos porque sí. Los comerciantes matizan que la idea «no es mala en sí misma». Lo que temen, tanto ellos como los vecinos, es que por las noches, los asiduos a las zonas de botellón y de copas del centro terminen por colapsar los mingitorios, tanto si son estables como portátiles, y dejarlos tan sucios que desprendan el mismo mal olor que cuando se orina en plena calle.

Por todo ello, se exigen dos medidas innegociables en caso de que la proposición socialista salga adelante hoy: garantizar la higiene los urinarios (habría que contar con personal para su limpieza continua) y perseguir el consumo de alcohol en la vía pública, «porque, queramos o no, sabiedo que están ahí la gente o se va a preocupar por utilizar el retrete del bar que está frecuentando», se huele un vecino de la zona de Malasaña.

Hasta el pasado verano, había algo más de 20 baños móviles en la ciudad de Madrid. Cuatro están en el parque del Retiro y son fijos. El resto son cabinas automáticas, redondas, que cuestan 10 céntimos por cada uso, en plaza de Santo Domingo, Jacinto Benavente, Serrano, plaza Isabel II, Neptuno y Atocha, entre otros emplazamientos.

El PSOE quiere que Madrid cuente con 90 urinarios, fijos o móviles. Y los quiere en zonas de ocio (Chueca, Malasaña, Latina o Huertas) y de turismo, como Sol, Callao, Ópera o Atocha.