La Dragona: anarquistas entre una plantación de marihuana

El edificio municipal usurpado en la Almudena tenía en el tejado droga para el consumo de los radicales, expulsados por la Policía Municipal

La Policía Municipal, ayer, ante La Dragona GUILLERMO NAVARRO

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Despedida y cierre. Ayer, el autodenominado «centro social okupado» La Dragona, uno de los más antiguos de Madrid, echó el cerrojazo. O, mejor dicho, se lo echaron. Porque la Policía Municipal, tras once años de actividad al margen de la legalidad, se presentó cuando aún no había salido el sol para recuperar este pabellón del Cementerio de la Almudena, de titularidad municipal. Estaba considerado el principal cuartel general del movimiento anarcoinsurreccionalista de Madrid : es decir, la facción más violenta de la extrema izquierda.

Desde que se usurpó, decenas de radicales han estado utilizando este edificio municipal como una tapadera para sus fines «ideológicos». Sin embargo, su pantalla eran los «cursos y talleres» que impartían sobre gastronomía vegana, ciclos de cine, conciertos de música (en una instalaciones deterioradas y con el consiguiente riesgo para los usuarios) y hasta clases de artes marciales y boxeo, por mencionar algunos.

Vendían una actividad asociativa y vecinal que, en realidad, a tenor de las investigaciones realizadas, no eran más que una fachada.

Dejadez de Carmena

La llegada al poder de Manuela Carmena en 2015 no hizo más que darles alas . De hecho, cuando se produjo la remunicipalización de la Funeraria, al año siguiente, el Ayuntamiento de Madrid solo les solicitó por escrito que abandonaran el inmueble. Pero, como en el caso del otro edificio público usurpado, La Ingobernable, la exjuez se negó a llevar el asunto a los tribunales para que no les echaran .

Fue a raíz de asumir el Gobierno de Cibeles José Luis Martínez-Almeida cuando ambos casos han sido denunciados en el juzgado. Y ayer le llegó el turno a La Dragona. Los okupas intuían que algo ocurriría, porque observaron a furgones policiales por la zona horas antes del desalojo, por lo que hicieron un llamamiento a través de redes sociales : «A toda la gente que ha venido, que ha disfrutado de este centro social, que estén pendientes de próximas convocatorias». También invocaron a todos «los CSO [Centros Sociales Okupados] de Madrid que necesiten material (sillas, armarios metálicos, mesas, ropa para tiendas gratis o distintos materiales) que se pongan en contacto con nosotras para recogerlo mañana [por ayer] desde las 6 de la tarde a las 12». Finalmente, afirmaban: «Todo esto no significa que vayamos a regalar la casa al Estado, resistiremos tanto como lo hemos hecho estos últimos años. Vosotros habéis mantenido vivo este centro social durante once años».

Plantación de marihuana

Les dio tiempo a «hacer las maletas». Hasta el punto de que llegaron a recolectar la plantación de marihuana que tenían en el tejado. Los agentes encontraron los tallos cortados en un cubo cuando entraron en el número 90 de la avenida de Daroca. Lo hicieron con la autorización del juzgado de lo Contencioso-Administrativo número 17, fechada el pasado 17 de septiembre, precisaron fuentes policiales.

En los últimos tiempos, en La Dragona había unas 80 o 90 personas , sobre todo cuando se llevaba a cabo alguna «actividad». La noche anterior quedaba apenas una docena, que la abandonó a partir de las 23.30 horas. Fue a las seis y media de ayer cuando más de medio centenar de agentes de la Policía Municipal irrumpieron en el lugar en un poderoso dispositivo, en el que estuvo presente el director general del Cuerpo, Pablo Enrique Rodríguez.

Actuaron un contingente de la Unidad de Apoyo a la Seguridad (UAS), los «antidisturbios»; la de Investigación y Coordinación Judicial; personal de la de MedioAmbiente; la Canina; la de Refuerzo a los Distritos; funcionarios que controlaron el tráfico; 14 vehículos policiales, y hasta se desplegaron medios aéreos con drones para grabar y sobrevolar la zona .

Muy sucio e inseguro

Finalmente, no se produjeron incidentes durante el dispositivo. Los técnicos de Patrimonio del Área de Obras del Ayuntamiento comprobaron que la arquitectura y estructura del pabellón, aparentemente, no presentaban daños.Pero las condiciones interiores eran lamentables, con suciedad, carteles y pintura a diestra y siniestra. Una situación insalubre e insegura, insistieron fuentes policiales, fruto del mal uso dado al edificio de titularidad pública.

Martínez-Almeida ya detalló recientemente que estaban en marcha sendos procesos judiciales para desalojar a los okupas tanto de La Ingobernable como de La Dragona. Y que para ello emplearía «toda la fuerza de la ley». La próxima será La Ingobernable.

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