La concejal vetada por Ciudadanos en Las Rozas estudia denunciar al grupo municipal por rechazarla

La concejal de Ciudadanos vetada en el grupo municipal de Las Rozas, Patricia Arenas, tomó ayer posesión de su cargo como edil no adscrita en el Ayuntamiento en un pleno tenso y atípico, con dos nuevos miembros (por las dimisiones recientes en las filas «naranjas») y cruce de acusaciones entre Arenas y el portavoz del partido en la localidad, Alberto Hernández.

La nueva concejal, que citó en su discurso la jurisprudencia que avala su postura de que no puede ser rechazada, avanzó a ABC que estudia interponer un recurso contencioso-administrativo contra la formación en el municipio. «Me ampara la Ley», declaró tras la celebración de la sesión. Arenas, número 9 de la lista de Ciudadanos en las elecciones del 24 de mayo, era la sustituta de una de las dos ediles que d imitieron en enero por «discrepancias internas». El grupo municipal, respaldado por el partido, la vetó por su actitud crítica hacia ellos en las redes sociales.

Patricia Arenas mantuvo el mismo espíritu durante su intervención. En ella, acusó a Ciudadanos de «privarle de sus derechos» y de «haber roto los compromisos contraídos» con sus votantes en Las Rozas, en referencia especialmente a la gestión de la Empresa Municipal de Vivienda (EMGV). Como ya publicó este diario, la intención de Arenas es entrar en el consistorio roceño para «luchar por el cumplimiento» de lo prometido; y aclaró que «a pesar de ciertas personas» (en alusión a Hernández), «cree en el proyecto» y está «dispuesta a luchar por su ideario». Precisamente la edil participó en la elaboración del programa en Las Rozas.

«Voluntad de los electores»

Arenas sostuvo su argumentación en el artículo 23.2 de la Constitución Española y en diversa jurisprudencia al respecto, concretamente del Tribunal Superior de Justicia de Galicia y la Audiencia Provincial de Baleares. De la última se desprende que «la permanencia de los representantes depende la voluntad de los electores que la expresan a través de las elecciones periódicas, como es propio de un Estado democrático de derecho, y no de la voluntad del partido político».

El portavoz del grupo municipal, por su parte, se limitó a destacar que cuenta con el respaldo del partido y que, en cualquier caso, no la pueden expulsar porque ya no está afiliada. Arenas abandonó la formación en junio, pero aún figura como simpatizante.

Como ha venido informando ABC en el último mes y medio, la guerra interna en Ciudadanos de Las Rozas es más que evidente, a la sazón de que el grupo ha perdido a la mitad de sus concejales en apenas ocho meses; «no está nada mal», ironizó Arenas. El primero, Pedro Delgado, por un asunto judicial relacionado con su empresa; y las otras dos, que renunciaron en 48 horas, por «discrepancias internas». La hipótesis ganó fuerza con la comparecencia en la sesión de estas últimas, Pilar González e Iria Bouzas, apoyando a los ediles entrantes.