Carmena presiona al PSOE para que no bloquee las cuentas fiscalizadas por Montoro

Reducen la inversión en un 60% con respecto a 2017 y lo compensan con otros 796,8 millones en IFS

De izquierda a derecha, los ediles de Ahora Madrid Rita Maestre, José Manuel Calvo, Nacho Murgui, Manuela Carmena, Javier Barbero y Jorge García Castaño, durante la Junta de Gobierno en la que aprobaron los presupuestos JAIME GARCÍA
Marta R. Domingo

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A apenas seis meses para que termine el año, la Junta de Gobierno del Ayuntamiento aprobó ayer el proyecto del presupuesto para 2018. Contra el reloj, el gobierno de Manuela Carmena redobla ahora la presión hacia el PSOE , quienes han sido, al menos hasta el momento, sus aliados en el Pleno para sacar adelante estas cuentas. Las manos del nuevo delegado del área de Economía y Hacienda, Jorge García Castaño , durante estos meses han tenido que hacer malabares para mantener en equilibrio los tres condicionantes que ponen en peligro el acuerdo: apaciguar a sus propios compañeros de Ahora Madrid , convencer a los concejales socialistas de que voten a favor de su borrador y compensar las cuentas que aún están fiscalizadas por del Ministerio de Hacienda .

El Real Decreto aprobado por el Gobierno de Mariano Rajoy el pasado marzo ha servido de bombona de oxígeno para el gobierno de Carmena. Éste permite a las corporaciones locales destinar a inversiones el superávit de 2017, el del año vigente y el de 2019. Este pacto reivindicado por la Federación Española de Municipios y Provincias (Femp), ha permitido calmar al ala que más crítica con los recortes que imponía Cristóbal Montoro por incumplir la regla de gasto. «Es cierto que no son los presupuestos ideales que podría tener Madrid porque la asfixia y opresión de Montoro siguen presentes, pero al menos se mejoran los números que recogían el Plan Económico Financiero (PEF) aprobado en diciembre por el Ministerio», afirmó ayer en Twitter el ex delegado de Economía, Carlos Sánchez Mato . El concejal de IU que fue destituido por Carmena por negarse a firmar el PEF tras este cambio normativo, ya se muestra más dócil.

El punto de inflexión marcado por la aprobación del Real Decreto ha permitido a García Castaño esquivar el techo de gasto marcado por PEF. En total, este año se contempla un presupuesto total de 4.769.839.044 euros, un 1,3% más que el año pasado. Sin embargo, de este monto, sólo corresponden al capítulo 6 y 7 de inversiones 189,5 millones de euros, en torno a un 60% menos que en las cuentas de 2017. Para compensar esta fuerte reducción, el Ayuntamiento cargará el grueso de los proyectos a las Inversiones Financieramente Sostenibles (IFS), a las que se destinarán 986,4 millones.

Además, las «operaciones de capital», que no se ven afectadas por el PEF, suben de forma muy significativa en las cuentas de 2018: de los 33,9 millones presupuestados en 2017 se pasa a los 307 millones de este ejercicio. También es llamativo el capítulo dedicado al gasto financiero, ya que la partida destinada al pago de la deuda es una de las que más engrosan este apartado, que pasa de 391 a 477 millones con respecto al año pasado.

Por contra, cae el gasto no financiero, que es donde el departamento de Montoro puede fijar el límite y, por eso, el Ayuntamiento traslada la mayor parte de la inversión a partidas costeadas con remanente de tesorería, a las IFS. Desde que el equipo de Manuela Carmena llegó a Cibeles, el Ayuntamiento ha multiplicado por cinco el gasto en IFS: de 30 millones en 2014 se pasó a 150 millones en 2017, un 400 por ciento más.

El hecho de que el monto total del presupuesto aumente sin incurrir en una desviación del PEF viene marcada por las importantes cuantías que se destinan a ampliaciones de capital de la Empresa Municipal de Servicios Funerarios y Cementerios de Madrid y la Empresa Municipal de Transportes (EMT) , por importes de 21 millones euros y 200 millones de euros, respectivamente. Este dinero se destinarán a nuevas inversiones, salvo 73,8 millones de euros que la EMT destinará a la amortización anticipada de su deuda.

Salvadas las distancias, según dijo, con su grupo y con Montoro, al delegado García Castaño le toca ahora lograr la rúbrica del PSOE. «Sería ridículo seguir en el bloqueo», deslizó el delegado, que, afirma, confía en que los socialistas apoyarán sus presupuestos en vez de unirse «a la derecha» que ha gobernado la ciudad en los últimos años.

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