La siesta, uno de los placeres de vacaciones en verano.

Está claro que el verano nos cambia los hábitos y no solo los alimenticios. También permite...

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Está claro que el verano nos cambia los hábitos y no solo los alimenticios. También permite disfrutar, a los que les gusta, y además pueden, de la siesta. Las comidas, más copiosas de lo habitual, y el calor de las horas centrales del día invitan a dar, como se díce, una cabezadita que, según los expertos, tiene múltiples beneficios para la salud.

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