Los ancianos son los más vulnerables frente a un robo.

Los ancianos suelen ser las víctimas fáciles para los ladrones, son elegidos por su edad, su vulnerabilidad y confianza en los demás, por eso, deben tener especial precaución al tratar con personas desconocidas, tanto en la calle como en sus casas. Además de intentar entrar en el domicilio de estas personas, otra de las técnicas más empleadas por este tipo de ladrones es el abrazo, tras una conversación ofrecen un abrazo a la víctima, intentando ser amable y es entonces cuando le roban la cartera, el reloj y hasta los avalorios que lleven. Otra de las técnicas se llama "mimosinas", una práctica que realizan mujeres en Barcelona, éstas se insinúan a sus víctimas antes de robarles.