Mariano Rajoy se abraza con Rueda ayer en Pontevedra
Mariano Rajoy se abraza con Rueda ayer en Pontevedra - M. M
Congreso provincial del PP de Pontevedra

Rueda afronta el objetivo de recuperar las dos ciudades

Critica el «sectarismo» de socialistas y nacionalistas que gobiernan las urbes «desde el conflicto y la confrontación»

Releva a Rafael Louzán al frente de la provincia con un 97,14% de los votos

Pontevedra Actualizado: Guardar
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El Partido Popular de Galicia culminó ayer su ronda de congresos provinciales con la proclamación de Alfonso Rueda como cabeza visible en Pontevedra. En una serie de cónclaves en los que en tres concurría un único candidato, para la anécdota queda que haya sido precisamente él quien más apoyo recabase entre sus compañeros de partido, al resultar aupado a la presidencia con un 97,14% de los votos.

De habitual presencia seria e incluso fría en sus apariciones públicas, ayer Rueda sorprendió al dejarse llevar por las emociones. Se le quebró la voz y se le escapó alguna lágrima al recordar a su padre, el exsenador y exvicepresidente de la Diputación pontevedresa José Antonio Rueda Crespo, que formó tándem con Mariano Rajoy, como recordaría el líder popular minutos más tarde.

«Si lo dejo para el final sé que no voy a poder acabar», avisaba el recién nombrado barón.

El todavía secretario general del PPdeG —lo será hasta que en el Congreso autonómico se nombre a su sustituto— hizo el repaso de rigor a su carrera en la política y recordó que viene de las bases del partido, igual que en la jornada anterior había hecho su homólogo coruñés, Diego Calvo. «Yo también sé lo que es pegar carteles y colocar sillas en los mítines», explicó a los presentes, muchos de ellos jóvenes que también esperarán su oportunidad dentro de la formación.

«Debemos recuperar la moral perdida durante estos últimos años dentro del partido»
Alfonso Rueda

Pero Rueda no tardó en ponerse de nuevo el mono de trabajo, y comenzó a fijar en los primeros compases de su discurso los objetivos para el mandato que acababa de iniciar. Tras señalar que «todos queremos reaccionar ante los que opinan que los del PP no nos merecemos ni respirar», profundizó en la necesidad de mantener al partido como referente en la provincia, así como de seguir con la renovación a nivel local y «recuperar la moral perdida en los últimos años». En concreto, Rueda marcó dos plazas que sus allegados destacan que ambiciona conseguir sobre las demás, como son las alcaldías de las dos ciudades de la provincia y, por consiguiente, también la Diputación para recuperarlas de quienes las gobiernan «desde el conflicto y la confrontación». En el mismo sentido se permitió pedirle al presidente del Gobierno en funciones de nuevo la reforma de la Ley Electoral para que gobierne automáticamente la lista más votada, una vieja reivindicación de los populares gallegos que no llegó a cristalizar en la pasada legislatura.

«Izquierda revanchista»

Después del pequeño reproche tocaba lanzarle un cariño a Rajoy, y destacó que «lo único que une a los rivales es el miedo al Partido Popular y a nuestros candidatos», y desde ese argumento explicó decisiones como el de declararlo persona «non grata» en su ciudad. «Nosotros podíamos haber hecho lo mismo con muchos desde la Xunta, por ejemplo José Blanco, Joaquín Almunia o Magdalena Álvarez —todos ellos exministros socialistas—, pero el sectarismo es propio de la izquierda revanchista», subrayó y, a renglón seguido bromeó con que «esta ciudad es muy acogedora, y nos gusta que venga como vino el sábado Íñigo Errejón, igual que nos gustaría que viniese Albert Rivera, que no viene ni cuando hay elecciones».

«Debemos reivindicar nuestra forma de hacer política, la de la cercanía y la humildad sincera»
Rafael Louzán

El nuevo presidente provincial presentó como credenciales ante el autonómico las mismas que le hicieron ser su mano derecha durante los últimos diez años, «convencimiento en el proyecto y lealtad», y en su primera intervención avanzó los nombres que formarán su ejecutiva y entre los que destacan a la ministra en funciones Ana Pastor, los conselleiros Jesús Vázquez Almuiña y Román Rodríguez o la vicepresidenta del Parlamento gallego Marta Rodríguez Arias.

Todo el acto tuvo un cierto tono de homenaje al presidente saliente, Rafael Louzán, al que todos los oradores le mostraron su agradecimiento por una labor que «sirvió para teñir de azul todo el mapa de la provincia en todas las elecciones en las que participó». Para muestra un dato:el de haber llegado a conseguir en el año 2011 50 de las 62 alcaldías en liza en toda la provincia de Pontevedra.

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