CULTURA

Un pasticcio para ver nacer la ópera

La Fundación Barrié localiza entre sus fondos el libreto original de la primera función operística de Galicia

Fecha del libreto localizado por la Fundación Barrié

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Se levanta el telón y Nicolà Setaro, caracterizado como Lamberto, dialoga con la joven Lauretta: «Qué despropósito, qué disparate, a qué propósito!», riñe el ofuscado protagonista con su estudiante, encarnada por su mujer en la vida real, Ana Setaro. Estas fueron las primeras frases de teatro lírico que se escucharon en Galicia, los primeros compases del nuevo género, la ópera, recién importada de Italia. Es mayo de 1768 en Santiago de Compostela, en el Teatro de la Ilustrísima, y el título que se representa es «El Maestro de Capilla», de Pietro Auletta. El libreto con el que el público seguía aquella histórica función acaba de ver la luz, localizado entre los fondos de la Fundación Barrié.

La oportunidad para contar con un documento así es casi de excepción, ya que de estos libretos del s. XVIII apenas se conservan originales, dado que ni el público ni los empresarios le daban valor alguno. Eran, simplemente, publicaciones efémera, de corta duración. Gracias a este original encontrado en la Colección Martínez Barbeito —que conforman los fondos de la Barrié— por el catedrático de Literatura Comparada de la UDC José María Paz Gago, se pueden conocer y confirmar pequeños detalles de aquellas funciones pioneras.

Por ejemplo, que las óperas se representaban en su italiano original —y por eso el libreto incluye una traducción en castellano del texto que recitaba y cantaba el elenco—, que los ejemplares se imprimieron en los talleres de Ignacio Aguado o que el escenario para las funciones era el Teatro de la Ilustrísima, hoy desaparecido.

No hay muchas referencias de este teatro, apenas las que hace el profesor de la USC Jesús Ángel Sánchez en su volumen «La arquitectura teatral en Galicia» (Fundac. Barrié, 1997), y que se refiere a un inmueble del que se desconoce su ubicación exacta dentro de la almendra pétrea compostelana, pero que debió estar «en alguna de las plazas intramuros o descampados próximos a la ciudad», con formato cuadrado de casa de comedias pero con espacio habilitado para la orquesta.

El edificio debió levantarse en un tiempo récord, ya que Setaro, empresario al mismo tiempo que actor, firmó con un carpintero local en abril de ese 1768 el encargo para que lo levantara de la nada , según un diseño del arquitecto Domingo Lois de Monteagudo. Y constan entre mayo y julio estas primeras veladas operísticas, muy del gusto de los universitarios pero receladas por los clérigos de la ciudad, poco amigos de las costumbres disolutas que propagaban estas comedias bufas.

Del libreto se tenía conocimiento desde hace cerca de treinta años, ya que Martínez Barbeito se lo había mostrado al periodista cultural Xosé M. Carreira, uno de los principales estudiosos de la figura del empresario Setaro. «Probablemente procedía de la biblioteca de su abuelo, Martínez de Salazar», explica Paz Gago. Los fondos de Martínez Barbeito se adquirieron por la Barrié en 1982, y tras la petición de Paz Gago, el bibliotecario de la Fundación exhumó el libreto y aprovechó para digitalizarlo.

Ópera no, pastiche

La Fundación Barrié hizo hoy público este libreto —cuya digitalización será de libre acceso para el público a través de su web — con motivo de la primera jornada del curso «La difusión de la ópera italiana en España», centrado en la figura del polifacético empresario Nicolà Setaro, responsable de las primeras representaciones de este género en Santiago, La Coruña y Ferrol así como de la construcción de teatros «a la italiana» para este fin en estas mismas ciudades.

Paz Gago, director del curso, puso ayer de relieve la dimensión de la compañía de Setaro, con más de 50 integrantes entre artistas, técnicos y músicos de la orquesta, desmontando así la idea de que se tratara de una de las denominadas «compañías de la legua», de baja calidad y limitados recursos. «Las crónicas de la Gaceta de Barcelona de 1750 —fecha en la que Setaro llega a la Ciudad Condal de la mano del Marqués de la Mina— hablan de espectáculos de una suntuosidad impresionante».

Uno de los temas abordados durante la primera jornada de conferencias fue el título que estrenó el género operístico en Galicia, «El Maestro de Capilla», que los expertos no consideran que se trate de una partitura original de Auletta, sino uno de los habituales pasticcios —Setaro tenía tres en repertorio—, que recopilaban arias y escenas populares de otros autores para rehacerlas y reaprovecharlas, y así presentarle al público una suerte de grandes éxitos con las cartas marcadas

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