Un vecino de Friol, en Lugo, examina los daños del incendio
Un vecino de Friol, en Lugo, examina los daños del incendio - EFE

Ola de incendios en GaliciaLos efectos del fuego sobre la vegetación pueden ser «letales»

Un experto del CSIC afirma que en el nivel de degradación influyen muchos factores. Hay zonas en las que las llamas se quedan «pegadas» al suelo

Santiago Actualizado: Guardar
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Una mayor superficie quemada no implica necesariamente un elevado nivel de degradación, pues los efectos del fuego dependen de varios factores como la velocidad de propagación. Los hay muy rápidos, que queman una superficie muy grande y matan mucha vegetación, y otros más lentos, aquellos que afectan a un área de terreno menor pero donde las llamas se quedan «pegadas» al suelo provocando mayores daños. Así lo asegura Serafín González, investigador del CSIC en el Instituto de Investigaciones Agrobiológicas de Galicia, quien afirma que la huella de los incendios sobre la vegetación y la fauna de la superficie es «inmediata», como también lo es en el suelo y la importante biodiversidad, pero que además llama la atención sobre los efectos indirectos que pueden llegar a ser, dice, «letales e irreversibles».

Y no es la lluvia precisamente un buen aliado de los fuegos, pues tal y como explica este experto a Ep, cuando el incendio es «muy severo» y calcina completamente la vegetación se daña la capa más superficial del suelo. Sin esta cubierta protectora de la vegetación, las lluvias pueden arrastrar ceniza y la corteza del suelo, milímetros o centímetros, lo que provoca un empobrecimiento del terreno. «Un centímetro de suelo perdido por erosión tarda un siglo en volver a formarse», puntualiza para añadir que llegará a ríos y lagunas, con lo que siempre se extenderá el daño al ecosistema acuático.

Para explicar este extremo, González se remonta a 2006, a la oleada de incendios más dura que se recuerda en Galicia — en conjunto los 7.000 fuegos declarados calcinaron 95.000 hectáreas—. Entonces se quemó una gran superficie cerca de la costa, en zonas de pendientes elevadas, y tras los incendios se produjeron lluvias fuertes. «Se tuvieron que limpiar playas donde hay marisqueo y también quedaron afectadas aves limnícolas, que comen insectos de lagunas y del mar, con graves daños para el chortilejo patinegro, una especie amenazada de Galicia», afirma, para indicar que «es el peor de los escenarios imaginables». En su opinión, para paliar las consecuencias se debe evaluar en cada incendio la vegetación y la topografía afectada y determinar si hay áreas quemadas con alta severidad.

Tras lamentar que no existan datos sobre el número de animales afectados, este científico advierte de que los montes que se queman de forma reiterada entran en una «espiral de degradación», algo que sucede lamentablemente «en muchas zonas de Galicia».

González considera que España está «bastante atrasada» en materia de prevención y recuperación de las zonas afectadas y en la divulgación de los daños «gravísimos» que producen.

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