Feijóo, sobre la hepatitis C: «Siempre primaron los intereses de los pacientes»

La sesión de control al Gobierno autonómico de este miércoles ha estado centrada exclusivamente en las imputaciones a dos altos cargos del Sergas por supuestos retrasos en la administración del tratamiento a enfermos de hepatitis C. Desde los grupos de la oposición, al presidente de la Xunta se le ha acusado de «no tener empatía con el sufirmiento», «intentar escudarse en los profesionales para justificarse» o de «no saber ponerse en la piel de las personas».

Por su parte, Alberto Núñez Feijóo ha comenzado su intervención aludiendo a que «la vida de una persona no tiene precio» para responder a los supuestos criterios económicos que provocaron la dilatación en el reparto de fármacos. Para refutar lo que considera una «trampa moral inadmisible», el titular autonómico ha resumido una cronología sobre los avances en la investigación contra el virus, de modo que ha explicado que en 2012 no existían tratamientos eficaces, y no sería hasta finales de 2014 cuando sí se podrían administrar los nuevos tratamientos para abordar el virus.

Ante la complejidad de los fármacos, que se debían administrar combinados con un alto riesgo de efectos secundarios, la Xunta creó una subcomisión para decidir sobre las solicitudes de tratamientos al estilo de las que existen en otras enfermedades como la esclerosis, y en otras comunidades autónomas como Asturias para la hepatitis C.

Siempre según la versión de Feijóo, desde que se aprobase el Plan Nacional contra la enfermedad, se han atendido en Galicia el 99% de los casos, lo que supone una inversión de 130 millones de euros para unos 2.800 pacientes. «Los profesionales de la sanidad pública gallega no merecen este juicio sumarísimo a su actividad», ha recalcado el presidente.

Clave electoral

Después de explicar que «las cifras hablan por sí mismas, y en Galicia se ha atendido a más enfermos que en el resto de España, el primer país de Europa en tratamientos contra la hepatitis C», Feijóo ha reprochado lo que ve como intereses partidistas de parte de los grupos de la oposición en clave preelectoral. En este sentido, se ha dirigido personalmente a los portavoces del PSdeG y del BNG porque de ellos «no esperaba esta indignidad». «De quien si me lo esperaba -ha concluido- es del representante de AGE, del que me puedo esperar cualquier cosa porque nunca han tomado ninguna decisión sobre la sanidad pública y espero que nunca tengan que tomarla».