Feijóo anima a votar y a «no confiarse» ante la debilidad demostrada por el PSOE

Una nueva jornada cargada de kilómetros realizó ayer el líder del Partido Popular gallego para exprimir al máximo la recta final de la campaña. Comenzó el día en Vigo acompañando en un desayuno informativo con los medios a la ministra y candidata al Congreso de los Diputados por Pontevedra, Ana Pastor. Como cabía esperar, Alberto Núñez Feijóo realizó una amplia valoración del cara a cara televisivo del lunes entre Mariano Rajoy y Pedro Sánchez y se mostró crítico con los modos empleados por el secretario general socialista en el fragor de la refriega dialéctica.«España no merece a un Pedro Sánchez maleducado y a la desesperada como el que vimos en el debate» reprochó Feijóo, al que contrapuso con un Rajoy «sólido, seguro, educado y presidencial».

El barón gallego puso el acento en la falta de credibilidad que le merece el todavía principal partido de la oposición en asuntos como la defensa de la unidad de España o la gestión de la situación económica. Sobre el primer punto recordó sus pactos de gobierno en Cataluña con partidos de carácter independentista como Esquerra Republicana, y sobre el segundo sacó a colación el manejo de los primeros años de crisis de mano del Ejecutivo liderado por José Luis Rodríguez Zapatero. Aunque se mostró consciente de la situación delicada que vive el PSOE en estos momentos, «que está más débil incluso de lo que parecía», Feijóo arengó a los suyos y los animó a «no confiarse» y acudir a votar el domingo para conseguir una mayoría suficiente para los conservadores.

Horas más tarde, en un acto en Ferrol el presidente abundó en este argumento y volvió a dibujar el escenario de un hipotético pacto tripartito entre PSOE, Ciudadanos y Podemos para apartar a los populares de la Moncloa, aunque recordó los ataques que se han proferido entre ellos durante los últimos meses y las dificultades que tendrían para entenderse para la formación de un gobierno. «Cada partido tiene que deberse a quien pide el voto. Nosotros nos deberemos a la gente y ellos aún lo saben bien a quien lo harán», ironizó.

El legado de Pastor

Feijóo empleó buena parte de su intervención en avalar la labor de la ministra Pastor al frente de la cartera de infraestructuras. En este sentido, hizo hincapié en que desarrolló su actividad en la presente legislatura «sempre con Galicia en la cabeza» y teniéndola como una prioridad estratégica en todo momento. Para el presidente, un capítulo muy especial de este compromiso con la Comunidad es el de la construcción ferroviaria, ya que «durante los gobiernos del PSOE llegar a Santiago desde Madrid llevaba siete horas y diez minutos, y cuatro años después ambas ciudades se encuentran a solo cinco horas y media». No dejó tampoco de recordar la promesa de que el AVE llegará a Galicia según las previsiones oficiales antes de que expire el próximo mandato, en el año 2018.

También utilizó Feijóo la alta velocidad como arma arrojadiza contra Ciudadanos. El líder gallego le afeó al partido de Albert Rivera que se opusiese a la finalización de las obras hasta la Comunidad. «No solo no consideran que sea una infraestructura prioritaria, sino que dijeron que era un derroche», espetó.

El pronóstico de De Guindos

Acompañó a la ministra Pastor otro de los miembros del equipo del Ejecutivo como es el titular de Economía, Luis de Guindos, que recordó la importancia de la estabilidad política de un país para crear un entorno favorable al desarrollo económico. En este sentido, su pronóstico para el domingo fue que «de las urnas saldrá un gobierno más estable de lo que vaticinan las encuestas, porque el pueblo español es maduro». Aunque apuntó que «los riesgos siempre existen», se mostró optimista con la situación actual española y concluyó que «España está en posición de decir en los próximos años que dejó atrás una de las peores crisis del país».