La Policía detiene a tres timadores que enviaban sal o ladrillos por la compra de electrónica

Los detenidos pertenecen a una misma familia y usaban una página web similar al de una empresa real en la que afirmaban vender móviles, videoconsolas y otros productos de electrónica

Alicante Actualizado: Guardar
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La Policía Nacional ha detenido este lunes en Alicante a tres timadores que ofertaban, a través de Internet, aparatos tecnológicos y sólo enviaban luego a los compradores ladrillos, folios o sal. Según informó la Policía, los arrestados -un padre de 52 años y dos hijos de 29 y 32- utilizaban para su actividad ilícita una página web con un nombre similar al de una empresa real. Los timadores decían vender teléfonos móviles, videoconsolas y otros artículos de última tecnología electrónica.

Sin embargo, dichos productos nunca llegaban a sus destinatarios, sino paquetes con ladrillos, sal o folios. Como consecuencia de la operación, se han realizado dos registros domiciliarios en la localidad de El Campello (Alicante), donde se intervinieron 60 paquetes de sal y material informático para su análisis.

Con todo ello, los agentes constataron la actividad fraudulenta que llevaban a cabo los implicados a través de la página web que administraban.

3.000 euros estafados

Hasta el momento, la cantidad supuestamente estafada asciende a más de 3.000 euros y afecta a víctimas de Sevilla (2), León, Madrid (3), Málaga, Toledo, Palma de Mallorca, Alicante y Tarragona. Se tiene noticia de una docena de perjudicados en todo el territorio nacional.

La investigación comenzó a principios de enero, cuando se recibió en Málaga la denuncia de uno de los perjudicados. Además, en Alicante el responsable de una empresa de reparto de mercancías ponía en conocimiento de las autoridades la entrega de varios paquetes procedentes de una misma empresa por las que recibió quejas de los destinatarios.

Los compradores habían recibido bultos conteniendo ladrillos, paquetes de sal o folios, en lugar de los artículos electrónicos solicitados por los que habían pagado grandes cantidades de dinero. Tras la práctica de las primeras pesquisas, los agentes pudieron comprobar la actividad ilícita de dicha empresa y determinaron, además, que sus miembros intentaban estafar a otras 36 personas, que finalmente no llegaron a efectuar el pago, pues la empresa de reparto les alertó de un posible fraude.

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