Los nuevos estatutos festeros de Alcoy abren la puerta al cambio de fechas

La reforma en marcha de los estatutos reguladores de las fiestas de Moros y Cristianos de Alcoy abre la puerta a una mayor flexibilidad en las fechas de los días centrales, una cuestión que periódicamente suscita un vivo debate para conciliar todos los intereses, desde los puramente organizativos hasta los comerciales.

Así, en su artículo 14, el denominado «Documento consensuado para la reforma del estatuto de la Asociación San Jorge» incluye la siguiente propuesta: «Se celebra como es tradición los días 22, 23 y 24 de abril, salvo que la Pascua de Resurrección lo sea en fecha muy retrasada, alguna circunstancia extraordinaria lo aconseje o los tres días festivos caigan entre semana».

Y añade que «en estos casos, la Asamblea General, a propuesta de la Junta Directiva, acordará las fechas más apropiadas, que propondrá al Excelentísimo Ayuntamiento.

En todo caso, el segundo día de la trilogía siempre conmemorará la festividad del Santo Patrón San Jorge, y se celebrarán los actos propios en su honor».

En los dos últimos años, el tema de las fechas ha sido objeto de votación por parte de la Corporación municipal, con diversidad de posturas entre los diferentes grupos políticos con representación. En el pasado, el asunto estuvo en el origen del ocaso en el poder del entonces alcalde socialista José Sanús y suscitó una protesta en la calle con alta participación de manifestantes.

Cuando la Trilogía Festera coincide entre semana, esas tres jornadas laborales representan un exceso de horario festivo que el comercio local y las industrias prefieren no soportar. La otra circunstancia que recoge la propuesta de reforma estatutaria es la proximidad de la recta final de la Semana Santa, lo que también entraña dificultades para las fiestas de Moros y Cristianos al obligar a condensar el calendario de actos.

Sorpresa por el blindaje a las críticas

El documento no está cerrado y acaba de iniciarse el periodo de un mes de exposición pública para que se puedan formular sugerencias y posibles mejoras, algo que más de uno agradecerá porque la revelación en ABC de alguna de sus novedades cogió desprevenidos a algunos representantes festeros, que consideran precipitado considerarlo de «consenso».

En concreto, la sorpresa viene del nuevo artículo -número 103- que blinda en cierto modo al Casal de posibles críticas internas, ya que estipula que «los miembros electos de la Junta Directiva y el Cuadro de Honor podrán ser removidos en su cargo por actuaciones o manifestaciones injuriosas, despectivas o que menosprecien la Asociación de San Jorge y sus fines». Es decir, se reserva el derecho a destituir a cualquier dirigente, si considera excesivas sus opiniones sobre el funcionamiento de la entidad.

Máxime, cuando otra de las reformas también desvelada por este periódico apunta precisamente a que la Asociación San Jorge crea la figura estable del «asesor jurídico» para defenderse en los tribunales de eventualidades e incluso deja margen para que pueda contratar un bufete externo adicional en caso de necesidad.