Vicente Vera - Cambridge Circus

La Sonrisa del Mecenas

«Esta pugna sin cuartel nos afecta a todos en nuestras relaciones económicas y comerciales con el mundo exterior»

Desde hace unos días, vengo dándole vueltas a una noticia que me ha sorprendido gratamente, de modo que no he podido resistir la tentación de contarla en este rincón de Cambridge Circus , además de hacer algunas reflexiones personales sobre esta noticia y su trascendencia en estos tiempos turbulentos que estamos viviendo, permaneciendo ciertamente obnubilados ante el futuro más cercano.

Es emocionante y regocijante comprobar que no todo lo que escuchamos y nos transmite la televisión, o bien leemos en los medios de comunicación o prensa diaria, es siempre desolador y teñido siempre de una pátina lúgubre. Y voy con la noticia que me ha alegrado en demasía. Procede del Museo del Prado , un lugar muy recomendable y reconfortante para aislarse del mundanal ruido, y siempre para contemplar con serenidad y parsimonia la historia del arte nacional e internacional. Ha sido el propio director del museo, Miguel Falomir , responsable de lanzar una campaña inédita de micro mecenazgo por valor de 200.000 euros con la finalidad última de hacer asequible convertirse en propietario de una obra de arte del siglo XVII. El autor de esta preciosa obra, “Retrato de niña con paloma”, es el francés perteneciente al período barroco Simón Vouet (1590 – 1649), pintura que se caracteriza por su extrañeza al ser un retrato de una niña con una sonrisa inocente e infantil. Nos cuentan los especialistas en mecenazgo que una de sus rarezas más sobresaliente es encontrar una pintura que representa algo muy poco común en el siglo XVII, la mayoría de las obras representaban a señores y damas de cierta relevancia social y económica además de mostrar rostros muy serios y aburridos, y en la mayoría de los casos eran siempre varones.

Por lo que esta sonrisa que nos llega en los albores del siglo XXI es un regalo del arte a toda la sociedad en estos momentos que estamos viviendo sumamente tristes y enojados por el cariz que está tomado la situación en el mundo y en nuestro país. De modo que, si desean convertirse en propietarios y padres de esta bella criatura con paloma, no tienen más que acceder a la web del Museo del Prado y decidir qué cantidad desea aportar. Por escasamente cinco euros pueden sentir como suyo dicho retrato. He de confesarles que esta sonrisa me ha cautivado desde el primer momento que pude contemplar el retrato. No solamente por su carácter artístico y mediático de la obra, sino por transmitir esa sensación de paz y alegría con esta sonrisa limpia y honesta. Es un regalo para todos en estos difíciles momentos de cambios y transformaciones sociales en los que vemos que predomina el odio, la violencia, la deshumanización y la hipocresía junto a una desmedida ambición económica y política en el seno de nuestra sociedad, en España y fuera de ella.

Así, en este clima tan adverso para el sosiego, y envueltos en un periodo de zozobra económica nacional e internacional, detectamos una vuelta de tuerca en el complejo destino de la globalización que sigue su curso de forma imparable. Vivimos en este crítico y errático estado de cosas. Asistimos a una creciente ola de rivalidad entre las dos potencias mundiales luchando por erigirse uno de ellos en líder de la revolución tecnológica en que estamos inmersos. Esta pugna sin cuartel nos afecta a todos en nuestras relaciones económicas y comerciales con el mundo exterior. Es una rivalidad altamente arriesgada ante la que muy pocos tienen capacidad suficiente para anticipar el final de este embate político internacional.

Estoy absolutamente convencido de que ahora me entenderán sin ambages cuando les decía que esta sonrisa del maestro Vouet debería animarnos a convertirnos en padres de esa niña y poder acudir a ella también cuando necesitemos aislarnos de una excesiva presión social. Como ha dicho el propio director de El Prado, Miguel Falomir , “no hace falta ser millonario para ser mecenas”.

No dejaré en el tintero alguna opinión acerca de nuestra situación en casa. Reitero las dificultades diarias para lograr una normalidad democrática en las relaciones entre nuestros padres de la patria. Las condiciones son muy agrestes y poco empáticas, lo que hace muy difícil, por no decir imposible, disfrutar de una paz estable y solidaria. Y lo peor de todo está por venir. Auguro un otoño muy complicado , en el que será muy dura la batalla por conseguir un débil equilibrio político y social si no se convocan antes elecciones anticipadas. Existe una agenda repleta de temas pendientes de abordar por falta de consenso: pensiones y pacto de Toledo. El paro, que no frena su crecimiento al alza, más gasto público y por lo tanto más presión fiscal. No se crean empresas nuevas o se contrata más a los jóvenes y mayores de 45 años, políticas imprescindibles para garantizar un aumento de las pensiones indexándolas a un aumento del IPC. Entramos en una espiral de más gasto y más impuestos que retraerá la inversión internacional. Un círculo malvado e infernal que no traerá nada bueno.

Se ha celebrado recientemente el 10º aniversario de la caída de Lehman Brothers en EEUU. Todavía estamos pagando las consecuencias y casi cebando la bomba para una próxima crisis. Volvemos a las andadas. Ya deberían estar todos los observadores y analistas dando pistas a los bancos y autoridades monetarias para evaluar la dinámica de la economía mediante instrumentos suficientes que regulen las desviaciones con más eficiencia. Sabemos que el capitalismo es insaciable y muy voraz, pero debemos ver las señales de los mercados día a día.

Quería haber abordado otras áreas de la economía tan necesarias hoy para contener este impulso arrollador de las fuerzas del mercado y comenzar a construir una sociedad más equilibrada y menos despilfarradora de recursos. Hablo de practicar más a fondo la economía colaborativa o sharing economy , así como la economía circular tan importante para el futuro, y no me olvido de la economía del bien común, estudiada ampliamente por el economista Premio Nobel Jean Tirole. Les animo a leer sus trabajos publicados en España.

Espero que el relato de esta sonrisa de la niña con paloma no les deje indiferentes y nos acordemos de ella cuando tengamos un mal momento, siendo incluso muy terapéutico. Desde aquí quiero romper una lanza por la consecución de una mejor y saludable convivencia entre todos los que habitamos este gran país.

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