El «número 2» del PP de Valencia acusa a Bonig de «torpe» y «cobarde» en una cena de partido

La tensión no se rebaja en el PP de Valencia a la espera de un congreso provincial que sigue sin fecha. Los sectores en los que está dividido el partido dejan movimientos y cruces de acusaciones que evidencian el nerviosismo ante la lucha interna que se vive.

Uno de ellos, tal como informó ABC, fue el de varios de los concejales populares en el Ayuntamiento de Valencia, quienes el pasado jueves protagonizaban lo que se interpretó como un «acto de rebeldía» contra la dirección regional al presentarse en una cena con los afiliados en la sede del distrito de Trànsits a la que acudió como invitado el edil Alfonso Novo para hablar sobre la polémica del cambio de nombre de calles franquistas en Valencia.

Estuvo acompañado por Beatriz Simón, Lourdes Bernal y Cristóbal Grau, además de algunos asesores como Luis Salom o Vicente Ferrer, «número dos» del presidente del PP en la provincia, Vicente Betoret.

Durante la cita, Ferrer también pronunció un breve discurso en el que analizó la división que se vive en el partido ante el cónclave al que se presentan como candidatos Betoret y la portavoz en la Diputación de Valencia, Mari Carmen Contelles, quien se encuentra más cercana a la presidenta de los populares valencianos, Isabel Bonig.

Durante su aloución, a la que ha tenido acceso este periódico, explicó los motivos por los que entiende que se encuentran metidos «en este lío» tanto él como Betoret. Uno de ellos fue el desacuerdo con la llamada «línea roja» de Bonig -a quien trasladó su disconformidad- de expulsión del partido ante la imputación en lugar de ante el juicio oral.

Concretamente, se refería a las medidas tomadas desde la dirección regional a raíz del estallido del caso Taula, que acabó con nueve de los diez concejales del Ayuntamiento de Valencia investigados por presunto blanqueo de capitales, además de otros cargos como Alfonso Rus por participar en una supuesta trama de amaño de contratos públicos a cambio de comisiones ilegales. Todos ellos fueron suspendidos de militancia.

La causa puso en el punto de mira a la exalcaldesa de la ciudad, Rita Barberá, quien acabó declarando ante el Tribunal Supremo antes de su fallecimiento. Para el «número dos» de Betoret, el trato dispensado por parte del PP tanto a ella como a los ediles «no fue de recibo» y critica que votaran en las Cortes para la revocación de Barberá como senadora.

El caso Taula también apuntó en un principio a Betoret como implicado en los hechos, aunque nunca resultó imputado. Una cuestión por la que Ferrer considera que el presidente provincial del PP fue «machacado» al aventurar de antemano que tendría que dimitir.

Candidatura alternativa

En su opinión, hubo «una serie» de personas en la Diputación que se lo creyeron y se «asustaron» cuando se levantó el secreto de sumario y se comprobó que no estaba investigado. Motivo por el que considera que acabó presentándose la candidatura alternativa de Contelles.

Esta lista, entiende, no responde «a la renovación ni a la democracia interna». Además, apunta a presiones de la dirección regional para votar a la portavoz popular en la Diputación, al igual que ya manifestó Betoret.

Ferrer realiza diversas críticas a Isabel Bonig y a su gestión de todas estas cuestiones, como las líneas rojas o el trato al actual presidente del PP en la provincia. Así, acusa a la líder del PPCV de equivocarse y «comportarse indignamente con un compañero». «Ahora, porque estás acojonada, nos vas a partir el partido a todos y nos vas a meter en un lío del carajo, porque fuiste torpe y ahora eres cobarde», llega a afirmar.

En este sentido, señala que «torpeza y miedo es una cosa peligrosísima», por lo que no pueden dejar que les «tomen el pelo» ni «perder los nervios». «Los partidos divididos no ganan elecciones», concluye.

Filtraciones «interesadas»

La dirección regional ha declinado por el momento realizar declaraciones sobre este tema o sobre la posibilidad de una apertura de expediente a Ferrer.

Por su parte, fuentes cercanas al «número 2» de los populares de Valencia aseguran que la recriminación sobre «cobardía» y «torpeza» no iba dirigida a Bonig, sino a Contelles. Además, censuran este tipo de filtraciones «interesadas» a la prensa cuando «todos los días llegan audios del sector de la portavoz en la Diputación criticando a Betoret».